La ciencia revela el poder de la bondad: la clave para un cerebro sano y una vida más feliz
Un psicólogo desvela los beneficios demostrados de ser amable, una cualidad que transforma el cerebro, reduce el estrés y aumenta la felicidad personal

Día Mundial de la Bondad, con Alfonso Echávarri
Pamplona - Publicado el
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Con motivo del Día Mundial de la Bondad, que se celebra cada 13 de noviembre, el psicólogo y biólogo Alfonso Echávarri ha desgranado las claves que explican por qué ser amables puede cambiarlo todo. Según el experto, la bondad es una "inclinación natural a hacer el bien", un rasgo que, lejos de ser sinónimo de sumisión o debilidad, está íntimamente ligado a la felicidad y la satisfacción vital.
La base de un cerebro sano
Echávarri, también director del Teléfono de la Esperanza, subraya que numerosos estudios científicos respaldan esta conexión. Cita al investigador Davinson, quien afirmó en su programa 'Mentes Sanas' que "la base de un cerebro sano es la bondad". Esta idea es fundamental para entender el impacto positivo de los comportamientos amables en nuestra salud mental.
La base de un cerebro sano es la bondad"
Asimismo, el psicólogo menciona un estudio del investigador japonés Otake, el cual descubrió que las personas más amables, sinceras y comprometidas con los demás eran también las más felices. De hecho, la investigación midió científicamente que el grado de felicidad dependía directamente del "número de actos de bondad" que realizaban a lo largo del día, promoviendo a su vez la gratitud y la empatía.
Un cóctel químico de bienestar
Los actos de bondad tienen repercusiones psicofisiológicas muy interesantes. Según explica Echávarri, ser amable reduce el estrés porque activa circuitos neuronales que disminuyen el dolor, relacionados con la dopamina, e incrementa la serotonina, un neurotransmisor clave para el estado de ánimo. También se liberan endorfinas, generando una sensación de bienestar.
Este efecto es bidireccional, ya que tanto la persona que realiza el acto de bondad como la que lo recibe experimentan estos beneficios. Además, se libera oxitocina, la hormona que favorece las relaciones sociales, y disminuye el cortisol, la "hormona del estrés", lo que estimula el sistema inmunológico y mejora la salud.
Quienes reciben nuestros actos de bondad se sienten personas más queridas, respetadas y creídas"
La bondad empieza en uno mismo
El experto advierte de que la bondad debe ser equilibrada y empezar por el cuidado personal. Cuando una persona realiza actos de bondad de forma compulsiva, "olvidándose de ella misma", puede estar buscando de forma indirecta el afecto que no recibe de otra manera. Echávarri señala que frases como "con todo lo que yo hago por ti, el trato que recibo" son un indicativo de que la motivación no es del todo sana.
Para cultivar una bondad genuina, Alfonso Echávarri recomienda hacer primero una revisión personal. Es fundamental tener cubiertas tres necesidades básicas en las sociedades actuales: sentirse valorado por quién se es, sentirse querido y sentirse seguro. Cuando estas bases están satisfechas, es posible ofrecer una ayuda desinteresada, convirtiendo la bondad en una fuerza transformadora.
Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.



