El hogar de la mayor colonia urbana de Europa de cigüeña blanca está en La Rioja: 3.000 kilómetros en 15 días
Los ciclos migratorios se han acortado y en diciembre ya están en estas tierras riojanas. Muchas de las cigüeñas blancas que llegan a Alfaro invernan en Senegal (África), tras recorrer unos 3.000 kilómetros en apenas 15 días

Las cigüeñas regresarán a Alfaro en diciembre
Logroño - Publicado el - Actualizado
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La Colegiata San Miguel de Alfaro es el templo más grande de La Rioja y alberga la mayor colonia urbana de cigüeña blanca de Europa en un solo edificio: 120 nidos, algunos de más de 500 kilos de peso, y unos 500 ejemplares.
Lo más espectacular de tan peculiar colonia de cigüeñas radica en que, la práctica totalidad de sus parejas, han elegido para la ubicación de sus nidos la Iglesia Colegiata de San Miguel; monumental obra de los siglos XVI y XVII, construida en ladrillo macizo, y declarada Monumento Histórico-Artístico Nacional en 1.976.
La posibilidad de poder observar tan alto número de cigüeñas sobre un sólo edificio, atrae y seduce a una cada vez mayor afluencia de visitantes, que se acercan a este rincón del extremo oriental de La Rioja, junto a la Ribera Navarra, para deleitarse con tan agradable y romántico espectáculo.
Su reconocido castañeteo, conocido como crotoreo, es el sonido que caracteriza a Alfaro. Este sonido característico proviene de la colonia de cigüeña blanca que llega desde África hasta instalarse en la colegiata de San Miguel. En unas semanas comenzarán a llegar a La Rioja. En diciembre ya podemos ver cigüeñas en Alfaro.
Tras la llegada de los machos y comienzan a llegar las hembras para crear los nidos, después comienzan a eclosionar los primeros cigoñinos en la colegiata, declarada Monumento Nacional y que constituye el mayor templo barroco de ladrillo de España.

Presencia de estas aves en el tejado de la Colegiata de San Miguel
La previsión es que los tejados de este templo alberguen cada año entre 600 y 700 nuevos ejemplares. A esta gran colonia que anida en la colegiata se suman otras, también importantes en Alfaro, que se reparten entre los tejados del Convento de la Concepción, la Iglesia de San Francisco, la zona del polideportivo y una antigua cárcel, hasta alcanzar el millar de cigüeñas blancas en su conjunto.
El hecho de que haya tantísima cigüeña en Alfaro se debe a la abundancia de alimento que encuentra esta especie en la Reserva Natural de los Sotos, un paraje de unas 476 hectáreas, donde a estas aves les resulta muy cómodo encontrar gran cantidad y variedad de sustento, material para construir sus nidos y agua en abundancia.
La proximidad de esta reserva natural, la arquitectura barroca de la colegiata y la tolerancia de los alfareños proporcionan a las cigüeñas un lugar incomparable para la cría.

Gran presencia de cigüeñas en el tejado de la Colegiata de San Miguel
3.000 kilómetros en 15 días
En Alfaro, las cigüeñas blancas emigran en su totalidad cada año, a diferencia de lo que acontece en otros lugares de España, donde esta especie asienta sus nidos y se queda. Los ciclos migratorios se han acortado y en diciembre ya están en estas tierras riojanas.
Muchas de las cigüeñas blancas que llegan a Alfaro invernan en Senegal (África), tras recorrer unos 3.000 kilómetros en apenas 15 días.
En la época de cría, las continuas idas y venidas de las cigüeñas, con sus ramas a los nidos o alimentos a los cigoñinos, los crotoreos y los saludos de cada una de las parejas crean un espectáculo “único e inolvidable” en el cielo alfareño y que se extiende, aunque en menor medida, a todo el margen del Ebro, donde anidan estas aves.
Una ver reconstruidos los nidos, la hembra pone una media de entre 2 y 5 huevos y, tras la incubación, que se prolonga aproximadamente un mes, llega la eclosión de los cigoñinos, que permanecerán tres meses en el nido hasta que alcanzan el tamaño de edad adulta.
Reserva Natural de los Sotos de Alfaro
Las riberas del tramo medio del Ebro en la Rioja Baja albergan la Reserva Natural de los Sotos de Alfaro, un singular ecosistema de bosques y aves a orillas del río. Piérdete por ellos, descansa entre las sombras de sus diversos árboles, observa sus pájaros…

Reserva de los Sotos del Ebro en Alfaro
El cauce del río divaga aquí de manera única creando y destruyendo meandros, islas y playas. De los sotos inundados nace un vergel único de chopos, álamos, sauces, fresnos y alisos donde podrás observar cigüeñas, garzas, cormoranes, mirlos, milanos, abubillas y martines pescadores, entre otros.
Mira en el agua, un visón europeo y, allí, una nutria. Si permaneces atento y silencioso, verás zorros, conejos y jabalíes. Destacan por su belleza y diversidad los sotos de La Duquesa y el de Morales, paraísos de fauna y flora de ribera.
En el soto del Estajao hay un recorrido circular que te permitirá entrar en un soto inundado. Abre bien los ojos, es el momento de observar todas esas aves y árboles de este entorno privilegiado. Seguro que te apetece quedarte a comer en su área recreativa rodeado de esta singular naturaleza.
De entre todas las especies que habitan los sotos, destaca la cigüeña, reina de esta zona poblada por cientos de ejemplares. ¿Quieres visitar su casa? Acércate a Alfaro, localidad romana, barroca y renacentista de platos de sabrosas verduras, donde más de 100 parejas de cigüeñas han tomado el tejado de la Colegiata de San Miguel.
A la belleza del templo del siglo XVII, declarado Monumento Histórico-Artístico Nacional, hay que sumarle el atractivo de estos cientos de cigüeñas que anidan sobre él y que van y vienen por la ciudad recalando en chimeneas y edificios. En verano, cuando las más jóvenes empiezan a volar, la Colegiata puede llegar a albergar más de 400 aves.
En el Centro de Interpretación de la Reserva Natural de los Sotos de Alfaro, situada frente al templo, descubrirás lo que no puedes perderte en tu paseo por los sotos. Además, podrás observar de cerca a las cigüeñas de la colegiata gracias a la cámara dirigible instalada sobre su tejado. Disfruta de la naturaleza de cerca.