Se trata de la la operación "Laurel y Hardy":

Los detenidos, uno corpulento y el otro más delgado, por lo que la Policía Nacional eligió el nombre de la operación, son dos españoles de 56 y 53 años que se dedicaban a labores agrícolas y apenas tenían una relación habitual entre ellos, han explicado.

La operación concluyó el pasado martes, 6 de octubre, cuando los agentes responsables de la investigación frustraron un quinto atraco en la localidad riojana de Pradejón, donde detuvieron a los supuestos atracadores, ha precisado la delegada del Gobierno.

Los dos detenidos, que se encuentran en libertad tras haber sido puestos a disposición judicial, se enfrentan a cuatro delitos de robo con violencia e intimidación y un quinto en grado de tentativa, para lo que utilizaron un arma corta de fuego que era una pistola de aire comprimido y varias armas blancas.

Marrodán ha recordado que esta operación se inició por el Grupo de Delitos contra el Patrimonio de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) en mayo de 2019, tras el atraco a un supermercado en la capital riojana.

Uno de los asaltantes se dirigió a la empleada del establecimiento cuando se encontraba sola, armado con una pistola y con la cabeza cubierta por un pasamontañas, pero el estado de nerviosismo de la trabajadora le impidió abrir el cajetín de la máquina registradora, por lo que el presunto atracador huyó sin llevarse la recaudación.

Herranz ha detallado que los presuntos delincuentes perpetraron otros tres atracos en pequeños supermercados de la capital riojana en los meses de julio, agosto y septiembre de este año.

Los hombres empleaban el mismo método, de modo que acudían a establecimientos con una única caja abierta y donde solo hubiese un trabajador, por lo que escogían el horario de 15.00 a 17.00 horas, cuando apenas había clientes, ha explicado.

Primero entraba en el supermercado uno de ellos, que hacía una compra de pequeño valor, y cuando la empleada abría el cajetín para depositar el dinero, acudía el segundo atracador, quien le pedía el dinero a punta de pistola o con un arma blanca.

Después, ambos abandonaba el lugar en el coche de la pareja de uno de los hombres o en el del empleador del otro, han agregado los responsables policiales.

El jefe superior de Policía ha reconocido estar "muy orgulloso" de la "laboriosa" labor de investigación desarrollada por sus agentes en los últimos meses, hasta localizar en Mendavia a los dos presuntos atracadores, uno de los cuales tiene un antecedente policial por otros hechos.

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Así, los agentes pudieron evitar un quinto atraco la semana pasada, justo antes de que los presuntos asaltantes entrasen a un supermercado de Pradejón con la cabeza cubierta por una gorra y con las yemas de los dedos vendadas con esparadrapo para evitar dejar huellas dactilares, además de portar uno de ellos la pistola de aire comprimido con apariencia real.

Por su parte, Martín ha indicado que las penas por cada uno de los delitos oscilan entre dos y cinco años de cárcel.