La vida de un pueblo es la historia de sus gentes. Y sin esas personas que lo habitan a diario, cualquier núcleo del medio rural está condenado al olvido. Es evidente que la España rural se vacía y que miles de municipios de nuestro país, también de nuestra Comunidad Autónoma, sufren problemas graves de despoblación. Las dos Castillas, seguidas de Aragón, Asturias, Galicia, Extremadura, La Rioja, Andalucía, sur de Navarra y norte de Valencia afrontan su Reto Demográfico. Se estima que España perderá más de medio millón de habitantes en los próximos 15 años, y que en torno al 70 por ciento de ellos será en estas regiones.

Causas del éxodo

La marcha de jóvenes en busca de oportunidades laborales y educativas en las ciudades, la disminución de la natalidad o el progresivo envejecimiento de la población residente son las causas principales de la España vacía. Pero no las únicas. La tendencia al abandono de las actividades agrícolas, ganaderas y agroalimentarias; también las políticas en contra de lo rural y a favor de las grandes ciudades, o la minusvaloración de las áreas rurales en contraposición con las urbanas, inspiran ese círculo vicioso en el que la falta de actividad económica en los pueblos, unida a la oferta de empleo de las ciudades, genera una emigración masiva y condena a los pueblos a su desaparición.

Frente a esos hechos irrefutables, cada vez hay más voces que creen que la despoblación es un fenómeno reversible y que todavía hay forma de salvar a estas zonas rurales mediante la agricultura y la ganadería sostenible o la industria agroalimentaria de calidad, que son la base del sustento de muchos de los municipios que se siguen revelando contra el destino y donde, de llevarse a cabo actuaciones encaminadas a favorecer la apertura de negocios, mejorar las infraestructuras de comunicación y transporte o fomentar el teletrabajo, se podría revertir esa situación.

Creación de empleo

Hace poco más de un año, el Gobierno de España asumió como hoja de ruta contra la despoblación del medio rural un listado de 80 medidas definido por la Federación Española de Municipios y Provincias como 'Documento de Acción contra el desierto demográfico'.

Paralelamente, en La Rioja el desarrollo de los pequeños municipios es una prioridad del Gobierno actual desde una mirada diferente hacia el mundo rural. El compromiso ineludible es hacer atractiva la vida en los pueblos, especialmente para jóvenes y mujeres, con unas condiciones de vida digna y trabajo que garanticen que el medio rural sea un espacio dinámico, poblado, inteligente y atractivo, un espacio de prosperidad.

El desarrollo rural se abordará desde un enfoque participativo ascendente. La creación del Consejo Asesor de Despoblación -con una amplia representación social- diseñará la estrategia de carácter regional para contribuir al reto y compromiso de un desarrollo territorial equilibrado de La Rioja, desde el necesario acercamiento y la creación de vínculos entre los espacios rurales y urbanos.

Ambas propuestas, tanto las nacionales como las regionales, incluyen proyectos diversos orientados hacia la conciliación familiar, la captación del talento joven, el empleo de personas en situación de vulnerabilidad, la interculturalidad, la recuperación y el empleo alternativo de los recursos naturales, la innovación social o el envejecimiento activo.

Y los dos listados concentran medidas específicas en campos tales como el fomento de la actividad empresarial, la vivienda, la Informática, la Sanidad, la Educación, el medio ambiente o las infraestructuras, pero siempre a partir de la creación de empleo como objetivo prioritario para asentar la población en el medio rural.

Gerardo Sobrón es el propietario de la Panadería-Quesería 'Tres Puentes' de Anguiano, y reconoce ser defensor de la vida en el pueblo, algo que supone asumir “otra filosofía de vida”. “Lo que pierdes en servicios lo ganas en salud, y la convicencia es lo mejor que tenemos en los pueblos”, reconoce Sobrón:

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Irene Sobrón, cuenta a COPE.es  por qué eligió Viniegra de Abajo no sólo para disfrutar de su día a día, sino también para poner en marcha su negocio de casa rural-restaurante que, además, actúa como centro social en esa preciosa comarca de las siete villas. 

Hacer realidad un sueño posibilitó que una pareja (ella enfermera, él ganadero e ingeniero técnico agrícola) pusieran en marcha un curioso negocio en un pequeño pueblo muy cerca de Logroño, Entrena, en el que también participan como socios varios caballos, un grupo de cabras y ovejas, cerdos, conejos, palomas y dos simpáticas mulas.

Se trata de María Palacios y Jesús Ángel Martínez, propietarios de la Granja-Escuela 'El Carrascal', donde ofrecen un servicio integral para todos los públicos de educación ambiental, paseos a caballo, almuerzos al aire libre y cuidado de los animales. Actividades, todas ellas, que vienen ofreciendo desde hace casi un año, puesto que 'El Carrascal' celebrará oficialmente su primer aniversario el próximo 9 de diciembre. María y Jesús Ángel han contado en COPE.es que gracias a este negocio “estamos cumpliendo un sueño. A los dos nos gustan los animales -confiesa él- y ésta era una idea que nos venía rondando por la cabeza desde hace mucho tiempo”:

'La Rioja frente al reto demográfico' nos lleva hoy hasta la localidad riojalteña de Zarratón, donde se levanta un atractivo palacio reconvertido en hospedería-restaurante. Se trata de un espléndido edificio de sillares con vestigios del siglo XVI, y está siendo recuperado gracias al empeño y la ilusión de la familia Lombillo-Vozmediano, que empezó a trabajar en su reconstrucción en el año 2000. El gerente del 'Palacio de Casafuerte' es Daniel Lombillo y destaca el potencial de este pequeño pueblo de la comarca de Haro, de apenas 300 habitantes, donde el turismo y la cultura representan sus principales atractivos. No obstante, y en su opinión, también se podrían mejorar varios aspectos con el fin de atraer población, preferentemente joven.

'Pueblo riojano busca' es la denominación de esta iniciativa, que promueve medidas para conseguir involucrar a sus vecinos, ofertar empleo y también vivienda. Bañares cuenta a día de hoy con apenas 240 habitantes y cada año pierde a diez o doce vecinos por defunción. Consciente del alcance del problema, su alcalde, Antonio Ortiz de Landázuri, lleva luchando contra la despoblación de Bañares desde hace ocho años con medidas como las que nos trasladaba. La proximidad de Bañares a Santo Domingo de la Calzada es un arma de doble filo, porque por un lado atrae a turistas durante todo el año pero, por otro, supone un reclamo continuo de oportunidades para la cada vez más escasa gente joven que va quedando en el pueblo. El programa iniciado el pasado mes de agosto, cuenta con un presupuesto cercano a los 38.000 euros, de los que 25.000 proceden de una subvención del Gobierno regional. Aumentar la población en la localidad abordando dos líneas de actuación fundamentales es su principal objetivo. Por un lado mejorar la oferta de empleo en la zona y, por otro, incrementar el número de viviendas disponibles en el municipio: