El motivo por el que el Real Betis y las Islas Baleares comparten origen: "Una extensión"
El último terremoto registrado en las islas tuvo lugar el pasado 15 de mayo, cuando un pequeño seísmo de magnitud 2,1 se produjo en la bahía de Palma

Javier Fernández, sismólogo de la Red Sísmica Nacional.
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Un terremoto de magnitud 5,5 ha sacudido la costa de Almería, frente al Cabo de Palos, a las 7:13 horas de la mañana. El seísmo ha tenido su epicentro en el mar y ha sido lo suficientemente intenso como para notarse en varios puntos del sur peninsular, así como en Argelia y Marruecos.
Pese a la fuerza del temblor, no se han registrado daños personales ni materiales, aunque los servicios de emergencia han recibido decenas de llamadas de ciudadanos preocupados por la sacudida. Como medida preventiva, se han activado las alertas por posible maremoto, así como las notificaciones sísmicas automáticas que se envían a los teléfonos móviles en este tipo de situaciones.
El temblor no se ha percibido en las Islas Baleares, aunque el archipiélago no es ajeno a este tipo de fenómenos. Las islas están situadas en una zona de transición entre la placa tectónica euroasiática y la africana, lo que provoca una actividad sísmica leve pero constante, en forma de microseísmos o temblores de baja magnitud.
Últimos movimientos sísmicos en Baleares
El último terremoto registrado en las islas tuvo lugar el pasado 15 de mayo, cuando un pequeño seísmo de magnitud 2,1 se produjo en la bahía de Palma, con un epicentro a 9 kilómetros de profundidad. El temblor pasó desapercibido para la población, como ocurre habitualmente con la mayoría de los seísmos en la región, cuya magnitud suele ser baja.
Según Javier Fernández, sismólogo de la Red Sísmica Nacional, Mallorca, Ibiza y Formentera comparten características geológicas con la cordillera Bética: "Las islas Baleares se han producido por la formación de las cordilleras Béticas, se podría decir que es la extensión hacia el Este de estas cordilleras". Una cordillera Béticas que aunque todo el mundo las sitúa en el sur de la península y en concreto en Andalucía por ser origen al nombre del equipo de fútbol Real Betis Balompié, se llega a extender hasta nuestras islas. Esto da una explicación a que los movimientos, aunque de forma poco frecuente, puedan darse en el archipiélago.
El gran terremoto del siglo XIX en Mallorca
Aunque los terremotos destructivos son extremadamente raros en Baleares, sí existen antecedentes históricos significativos. El más importante ocurrió el 15 de mayo de 1851, considerado el mayor terremoto registrado en la isla.
El seísmo, con epicentro entre Pòrtol y Santa Eugènia, alcanzó una intensidad VI en la escala MSK. No se tiene constancia de víctimas, pero causó importantes daños estructurales, entre ellos en la Catedral de Mallorca, cuya fachada principal cambió para siempre. Una de las torres se derrumbó y la otra quedó gravemente dañada, lo que obligó a una reconstrucción posterior.
Aunque la actividad sísmica en Baleares es generalmente baja y controlada, los expertos recuerdan que el archipiélago forma parte de una región geológicamente activa, por lo que los seísmos, aunque leves, seguirán formando parte del paisaje natural de las islas.
Tsunami inminente en el mediterráneo
Un estudio del CSIC, publicado en la revista Scientific Reports, advierte del riesgo real de tsunami en las Islas Baleares como consecuencia de la actividad sísmica en la falla marina de Averroes, situada en el mar de Alborán. Esta falla, de tipo deslizante (salto en dirección), podría generar olas de hasta seis metros de altura, que alcanzarían las costas de Mallorca, Menorca, Ibiza y Formentera en un plazo de entre 21 y 35 minutos tras un seísmo.
El peligro no es exclusivo del archipiélago: según el informe Probabilistic Tsunami in the Mediterranean Sea, toda la costa mediterránea española, desde Valencia hasta Málaga, ha visto aumentado su nivel de exposición a este tipo de fenómenos, debido al incremento de la actividad sísmica en la región del mar de Alborán.