El Mar Mediterráneo es el sexto mar, teniendo en cuenta los océanos, más contaminado del mundo por culpa de las partículas de plástico que flotan. Un estudio liderado por Luis Francisco Ruiz Orejón estima una presencia de casi cuatro toneladas de plásticos en el Canal de Menorca, lo que equivale a 752 millones de partículas.

La situación en la que se encuentra el mar donde se sitúan las Baleares no ayuda para revertir a corto plazo esta situación crítica. Ruiz explica que el contexto del Mar Mediterráneo no favorece en ningún caso a que se limpie con el paso del tiempo y ayude a la supervivencia de unas 16.000 especies, de las cuales 58 están protegidas, como pueden ser la tortuga boba o diversas aves marinas.

Por otro lado, Ruiz asegura que la densidad de población que tiene el mencionado mar en las costas tanto de Europa como de África es otro factor más para entrever el momento tan crítico en el que se encuentra el Mediterráneo. El estudio demuestra que en su mayoría, no se trata de objetos de grandes dimensiones, sino de partículas inferiores a los 5 milímetros que se van fragmentando por el efecto de las corrientes y el oleaje. Algo que provoca una amenaza muy importante no solo para el ecosistema marino, sino que para los humanos, ya que se introducen en nuestra cadena alimentaria.

Ruiz, además, asegura que las mayores concentraciones de partículas de plástico se encuentran en primavera y verano, lo que sugiere un efecto más que relevante y directo del turismo: "La densidad de población en las islas de duplica en los meses de verano, algo que claramente a que también aumente la cantidad de vertidos de plásticos al mar".