De Mallorca a Tokio: la joven que conquistó la tele japonesa con una tortilla
Con apenas seis meses en Tokio, Marina Francés ya sabe lo que es vivir un sueño inesperado frente a las cámaras

Mallorca - Publicado el
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En Tokio hay una voz mallorquina que empieza a sonar cada vez más fuerte. Se trata de Marina Francés, actriz y locutora natural de Mallorca, que en los últimos meses se ha convertido en toda una sorpresa en la televisión japonesa. Su aventura asiática comenzó casi por casualidad, pero en muy poco tiempo ha logrado abrirse camino en un país con una cultura muy distinta a la española y con una industria audiovisual tan potente como competitiva.
Todo empezó una mañana cualquiera, mientras paseaba por las calles de la capital japonesa. Una reportera de televisión la detuvo al azar para preguntarle sobre las diferencias culturales entre España y Japón. “Se fijaron en mí porque allí soy extranjera”, recuerda la mallorquina. Marina no dudó en responder y sus declaraciones llamaron la atención de la audiencia. Habló de los precios, de la seguridad en las calles e incluso de la forma de vida en Tokio frente a la de Mallorca.

Estudio de doblaje
Una tortilla de patata en prime time
La sorpresa llegó cuando los productores del programa le propusieron un reto más atrevido: cocinar una tortilla de patata en pleno plató japonés. La mallorquina aceptó sin dudarlo y, entre cámaras y focos, demostró que el sabor de la gastronomía española también podía tener su espacio en la televisión nipona. “Fliparon con el sabor”, cuenta entre risas.
Pero su aventura no se queda en los platós. En tan solo seis meses en Japón, Marina Francés ya ha participado como actriz en un anuncio de Mitsubishi, una de las grandes marcas del país. En el spot interpretaba a una joven en una cita, sin diálogos pero con una gran carga interpretativa.
Al mismo tiempo, sigue trabajando como locutora en remoto para proyectos en Mallorca, lo que le permite mantener el vínculo con su tierra de origen mientras se abre camino en el competitivo mundo audiovisual asiático.
Vivir y trabajar gracias a un visado especial
Parte de este recorrido ha sido posible gracias a un visado Working Holiday, que le da la oportunidad de descubrir Japón mientras trabaja y desarrolla su carrera profesional. “Me lancé de lleno a prepararlo todo”, asegura. Ese permiso le permite experimentar con nuevas oportunidades laborales y vivir inmersa en una cultura que, hasta hace poco, le era totalmente ajena.
Aunque su plan inicial era pasar una temporada en Tokio, la experiencia está siendo tan enriquecedora que no descarta quedarse más tiempo. “Lo más valioso está siendo descubrirme a mí misma y crecer como persona”, confiesa.
Desde la otra punta del mundo, la mallorquina Marina Francés está demostrando que a veces un simple paseo por la calle puede convertirse en el comienzo de una gran aventura. Y que la voz de una isleña también puede sonar con fuerza en los platós de Japón.