En el RCD Mallorca no entienden nada tras el arbitraje de Munuera Montero en el 0-3 ante el Barcelona

Primer partido y primer lío. Nueva temporada, cambia la cúpula arbitral, se intenta clarificar conceptos y que todos sepan en el fútbol qué criterios se siguen, y la conclusión es que la vida sigue igual.

El 0-3 del RCD Mallorca ante el FC Barcelona dejó mucha frustración en Son Moix. Bochorno es la palabra que mejor define lo vivido, bochorno por la sauna en la que estuvieron futbolistas y los 23.318 aficionados en una sauna, pero también por lo visto sobre el césped. El arbitraje de Munuera Montero fue desigual, incomprensible y parcial. No midió a los dos equipos por igual, no castigó la reiteración de faltas de Araújo mientras el Mallorca se cargaba de amarillas. No expulsó con roja directa a Raphinha tras la entrada más dura del partido, sobre Mateu Jaume. El Mallorca se quedó con dos jugadores menos muy pronto, la roja directa de Muriqi había sido considerada amarilla por Munuera Montero, y la doble amonestación a Morlanes.

Fue Figueroa Vázquez desde el VAR quien entendió que el contacto imprudente de Muriqi al levantar el pie ante Joan García, había tenido la suficiente intensidad como para ser roja. Munuera rectificó. Pero no le llamó en la entrada de Raphina sobre Mateu, que podría haber sido grave.

Se podría hablar de la segunda amarilla a Morlanes, que si bien es un ataque prometedor de Lamine, es contacto mínimo y hay un defensa delante de Lamine.

Pero lo más polémico del fin de semana fue la acción del segundo gol, que rompe el partido, el de Ferran Torres. Una acción en la que el jugador ve a Raíllo tendido y chuta por si acaso. Antes, todos dan por hecho en el césped que Munuera va a pitar. El capitán del Mallorca está tendido tras un pelotazo en la cabeza bastante fuerte de Lamine. Raíllo cae mareado al campo. No hay peligro de gol, no tiene por qué simular, el jugador se siente mareado y se queda tendido. A pesar de hacer ademán de ir a pitar, Munuera  se salta el protocolo al considerar que el jugador no corre peligro. Y así se lo explica tanto a los jugadores como al entrenador Jagoba Arrasate, que no entendía nada. 

Es cierto que los jugadores del Mallorca pecaron de ingenuos al quedarse parados, incluso Leo Román no hizo nada por intentar parar el tiro de Ferran, todos tienen interiorizado que la jugada se va a parar, pero no ocurre. 

El afectado, Antonio Raíllo, explicaba lo vivido en Movistar: "hace una semana, un par de semanas, nos dijeron que el protocolo de la liga decía que si te golpeabas la cabeza si te caías al suelo se paraba. Han pasado diez segundos, me caigo, me mareo, mis dos primeros pasos me quiero levantar y no puedo. Da tiempo más que de sobra, el balón vuela alto, cae, luego la coge y chuta. Que nos lo expliquen por qué no se ha parado. Hasta los propios jugadores del Barcelona nos lo decían, que a ellos les habían explicado lo mismo. Le pregunto al árbitro y me dice que da gol. Le pregunto a Ferran y me dice me pensé que había pitado y por eso chuto". 

Darder tampoco lo entendía: "según el árbitro no ha visto peligro en su estado de salud, se ve que es médico también. Le pegan un pelotazo, el balón va para arriba, pasan siete u ocho segundos, has tenido margen para no complicarte. Cuando un jugador marca un gol y no lo celebra esa reacción te lo dice todo. Quizá sea culpa nuestra por no seguir, hemos estado esperando al ver un compañero en el suelo. Es difícil ser árbitro, cometen errores como yo los cometo, es un error que no es de arbitraje sino de complicarte solo". 

El técnico Jagoba Arrasate mostró vehementemente su disconformidad en el campo, tuvo una charla con el colegiado Munuera en la que el árbitro le dice que el jugador estaba bien: "nos explican en al charla que por un golpe en la cabeza se para el juego. Yo pensaba que había pitado, para asombro de todos da gol. Ha venido, le agradezco que venga, me ha dicho que no se había mareado. Tú cuando el jugador cae no sabes si está mareado". En el diálogo entre Munuera y Arrasate se observa cómo el árbitro le dice que se un despeje de cabeza y se acabó, que el jugador no está para llevárselo. A lo que el técnico replica que "siempre pasa lo mismo".

Los bermellones no podrá contar con Morlanes y Muriqi para recibir al Celta el sábado de momento a las 17h, y no parece que en la Liga haya sensibilidad para retrasar el partido a pesar de la petición del club. El propio entrenador decía que con las condiciones de calor que se dan en la isla en este Agosto no se puede jugar a las 17h. A la Liga parece darle igual.