Mallorca es de Primera
El RCD Mallorcal logra la permanencia matemática a falta de cuatro jornadas tras la derrota del Espanyol ante el Barcelona. Los cruces hacen que ninguna combinación le descienda

Mallorca es de Primera
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El RCD Mallorca repetirá en Primera División tras conseguir la salvación matemática por la derrota del Espanyol ante el Barcelona. A pesar de que los bermellones sólo tienen diez puntos más que el descenso y quedan 12 en disputa, la salvación es matemática por los cruces directos de sus perseguidores, que hacen imposible que puedan alcanzarle.
Esta misma semana se enfrentan Cádiz-Valladolid, en la última jornada también hay un Valladolid-Getafe. Los bermellones con 44 puntos logran una permanencia que el viernes tras la victoria ante el Cádiz era virtual, lo que no importó a jugadores y aficionados que montaron una fiesta de campeonato al término del partido, una permanencia que ahora sí es matemática. La afición y los jugadores lo celebraron el viernes a conciencia aun sin ser matemática la salvación, tras alcanzar esos 44 puntos. Aguirre era el único que se mostraba calmado y decía que aún no estaba.
De esta forma, el Mallorca repetirá en Primera por tercer año consecutivo, el gran objetivo, tras el lustro anterior en el que cada año cambiaba de categoría (de Segunda a Segunda B, de nuevo a Segunda, luego a Primera, luego descenso a Segunda, luego ascenso a Primera). Desde su retorno en 2020, los bermellones enlazan tres años en la misma categoría, la máxima.
Es el objetivo, consolidarse en Primera para seguir creciendo desde el punto de vista económico y social. Con continuidad el límite salarial va creciendo y si no te equivocas deportivamente es más factible encontrar estabilidad. El club no para de crecer social y económicamente, su negocio aumenta partido tras partido, el Estadio reformado será una realidad dentro de no demasiado (para Agosto-Septiembre debería estar ya el fondo norte).
Es un éxito sin ninguna duda esta temporada del Mallorca, el quinto límite salarial más bajo de la Primera División (50.203.000 al término del mercado invernal) y al que ha sacado máxmio provecho el técnico Javier Aguirre, sin llegar a sufrir en ningún momento. No se ha visto en puestos de descenso, siempre con un colchón, a pesar de haber pasado sus malos momentos. La mala racha tras el Mundial hizo pensar que el equipo bermellón podía dilapidar su margen y meterse en problemas, pero no fue así.
El Mallorca suma 44 puntos, 12 victorias, 8 empates, 14 derrotas con un balance de 33 goles marcados y 37 encajados hasta la fecha. De las 12 victorias, ocho han sido en Son Moix, donde se ha hecho fuerte y sabiendo rentabilizar sus goles, sólo marcó 18, pero encajó 12 tantos en su Estadio. Pero además, con Aguirre el Mallorca ha mejorado su paupérrrimo balance fuera de casa de los años anteriores, logrando hasta el momento cuatro victorias lejos de Son Moix.
El saber mantener la puerta a cero ha sido la gran conquista de este Mallorca de Aguirre, sobre un gran portero, gran fichaje de este año como Predrag Rajkovic, la solvencia de su capitán Raíllo, el saber hacer de Galarreta a pesar de estar viviendo sus últimos meses como bermellón, la calidad de Kang-In Lee en su mejor año de su corta carrera, y cómo no, la calidad y prestaciones ante el gol y para el equipo de su referencia, Vedat Muriqi (13 goles hasta ahora).
Esta ha sido la columna vertebral de este Mallorca que ha mantenido la puerta a cero en siete ocasiones en Son Moix y otras cuatro lejos de su estadio. El pilar fundamental de su éxito, su solvencia defensiva. Ha sido un equipo difícil de ver para el espectador rival, para el neutral y a veces para el propio, pero los mallorquinistas sabían que mejor aburrirse que sufrir. El Mallorca no ha hecho ninguna consesión a sus rivales, siempre partidos cerrados, siempre difíciles de masticar, siempre identificable, tan áspero como un papel de lija. Partidos densos pero también partidos buenos, que los ha habido.
El Mallorca ha solido mostrar determinación, lucha, es lo que cualquier aficionado del Mallorca le exige a su equipo. Por ello la felicidad.



