El Puerto de Vigo cerrará 2025 con un balance “muy positivo” y récord de cruceristas, pero teme el impacto negativo de la tasa turística

La Autoridad Portuaria de Vigo va camino de cerrar el año 2025 con un balance de gestión que su presidente, Carlos Botana, calificó de “muy positivo”, al haberse cumplido todos los objetivos previstos para el ejercicio. Los datos confirman que el puerto sigue creciendo en tráficos esenciales como contenedores, coches, granito y aluminio, en lo que Botana considera la base para futuros crecimientos.

 Récord histórico en cruceros  

El sector de cruceros marcó un hito histórico en 2025, con expectativas de superar los 300.000 cruceristas y alcanzar los 125 cruceros. Este año también se recuperó Vigo como puerto de embarque tras negociaciones exitosas en Miami, logrando la salida logística de 17.000 personas. La APV busca ofrecer a las navieras un turismo de calidad basado en el medio ambiente, destacando lugares de interés como el Sendero Azul y Bayona, para poner a la zona en el mapa turístico de cruceros.

 Inversiones y empleo en el sector pesquero  

Vigo se mantiene como un referente mundial en el sector pesquero, especialmente en la pesca congelada. Para reforzar este sector, el próximo año se realizará una inversión de 12 millones de euros destinada a mejorar la lonja y sus instalaciones. A nivel económico general, el puerto se consolida como uno de los cuatro más importantes de España, siendo el principal motor económico de la provincia y generando 14.000 empleos directos.

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 Estrategia medioambiental y proyectos de futuro  

Además, se está impulsando una estrategia medioambiental, Blue Growth, que incluye proyectos como el observatorio Peiraos do Solpor, que buscará la concienciación ambiental y será un referente turístico único en el mundo.

 Preocupación por la tasa turística  

Pese a este panorama positivo, existe una gran preocupación institucional: la inminente aplicación de la tasa turística. El presidente Botana alertó que las navieras ya han consultado sobre este coste adicional, lo cual es alarmante porque las negociaciones para el próximo año fueron cerradas en Miami sin contemplar dicha tasa. Las navieras no tienen capacidad de revertir ese coste a los cruceristas a estas alturas.

La Autoridad Portuaria teme que la aplicación improvisada de la tasa rompa “lo negociado” y proyecte una “muy mala imagen” a las empresas de crucero, poniendo en riesgo los buenos números obtenidos. Por ello, se ha solicitado formalmente una moratoria de uno o dos años para que esta medida no se aplique a los cruceristas y al puerto.