La provincia de Pontevedra no registra incidentes importantes tras un despliegue policial sin precedentes
Un operativo de 91 patrullas de Guardia Civil y Policía Nacional, junto al apoyo clave de la red de radioaficionados REMER, garantizó la seguridad y las comunicaciones en la provincia durante el apagón

Cartel anunciando apagón
Pontevedra - Publicado el
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Un despliegue policial sin precedentes de 91 patrullas de Guardia Civil y Policía Nacional garantizó la seguridad en toda la provincia, mientras la red de radioaficionados REMER fue fundamental para mantener las comunicaciones críticas. El subdelegado del Gobierno, Abel Losada, destacó la ejemplaridad ciudadana y la ausencia de incidentes graves.
La provincia de Pontevedra ha superado la noche del apagón masivo con un balance de seguridad positivo, gracias a un despliegue policial calificado de "sin precedentes". Según el informe del subdelegado, un total de 91 patrullas de la Guardia Civil y la Policía Nacional vigilaron ciudades, villas y pueblos.
La Guardia Civil movilizó 60 patrullas con los puentes luminosos encendidos, además de refuerzos de unidades de seguridad ciudadana y grupos rurales. Por su parte, la Policía Nacional desplegó 31 patrullas, incluyendo seis en Pontevedra, diecinueve en Vigo, dos en Marín y dos en Vilagarcía, además de dos refuerzos de la unidad adscrita a la Xunta. Este amplio operativo circuló durante toda la noche con las luces de emergencia activas, garantizando la seguridad en centros urbanos y rurales, polígonos industriales y zonas comerciales. Mandos y numerosos agentes de ambos cuerpos se incorporaron de forma voluntaria.
El balance de incidencias fue notablemente bajo. Solo se registró el incendio de dos coches en la calle Luxemburgo de Monteporreiro (Pontevedra), cuya intencionalidad investiga la Policía Científica. En Mogor (Marín), ardieron cuatro contenedores de basura, un hecho que podría estar relacionado con un sospechoso habitual. En Vigo, Vilagarcía y el resto de la provincia, la normalidad fue absoluta, con menos delitos que en un día normal.
Además de garantizar la seguridad, los agentes realizaron cerca de una veintena de servicios de auxilio a la población, entre ellos rescates en ascensores, asistencia en domicilios, apoyo para subir escaleras, una reanimación RCP en Vigo y ayuda a una persona con problemas cardíacos.
Uno de los mayores desafíos fue la caída de las comunicaciones, al agotarse las baterías de la red de transmisiones, dependiente de la telefonía móvil. El servicio del 112 también se vio afectado durante horas. Fue fundamental la labor de los 50 radioaficionados voluntarios de la red REMER, activada por primera vez, que proporcionaron apoyo en VHF y permitieron el enlace entre la Comandancia de la Guardia Civil, 21 cuarteles, el aeropuerto de Peinador y el propio 112, siendo las únicas telecomunicaciones viables durante un largo periodo.
La red de carreteras mantuvo operativos todos los túneles de la provincia (Folgoso, Valladares, AP-9 con generadores), aunque el túnel urbano de Bouzas (Vigo) tuvo que cerrar durante unas horas por la imposibilidad de mantener operativas las bombas de servicio. No hubo accidentes de tráfico reseñables. Se garantizó además el suministro de combustible a los servicios de emergencia.
El subdelegado destacó la coordinación constante con el delegado del Gobierno, Pedro Blanco, los servicios de emergencias de la Xunta y el apoyo logístico de la Base General Morillo y la Escuela Naval, aunque no fue necesario desplegar efectivos. Se celebraron dos reuniones del comité de crisis para evaluar necesidades y buscar soluciones alternativas a las comunicaciones.
Finalmente, Abel Losada agradeció el "comportamiento ejemplar" de toda la ciudadanía de la provincia, que mantuvo la tranquilidad y el orden cívico, demostrando ser una "sociedad madura y ejemplar" en un momento de crisis.