La costumbre de Esperanza, vecina de Orense, para cuidar su salud a los 108 años: incluido en su dieta
A sus más de 100 años, juega a las cartas, baila, viaja en autobús y en tren, además de escuchar todos los días COPE

Esperanza, en los estudios de COPE Ourense
Ourense - Publicado el
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Esperanza Cortiñas tiene 108 años y disfrutó contando su vida y sus experiencias en la Cadena COPE en Ourense. Esperanza llegó a la emisora acompañada de su hija, Mari Carmen, de 76 años de edad, con la que vive en un piso en el barrio del Puente de la ciudad de Ourense, muy cerca de la estación del AVE.
La centenaria mostró “satisfacción” por conocer la radio por dentro y destacó ser “oyente diaria de la Cadena COPE” por lo que se sintió feliz de su primera visita a unos estudios de radio “que me acompaña cada día”.

Juan Maceiras, de COPE Ourense, con Esperanza Cortiñas, vecina de 108 años
La fórmula para soplar 108 velas
Esperanza aseguró que la base para llegar a los 108 años de vida es el “trabajo, ser activo, comer bien, ser alegre y divertido”. Con respecto al trabajo, manifestó que “trabajé mucho toda mi vida desde pequeña cuando estaba cuidando las vacas” y considera que “eso me ayudó mucho”.
Esperanza valora comer bien y “productos como verduras o frutas” aunque resaltó que “puedo comer de todo”. Lo que nunca falta en su día es el “chupito de licor café” y señaló que “antes de venir a la radio ya tomé mi chupito de licor café”, una bebida muy tradicional en esta zona de Galicia.
En una entrevista en los estudios de COPE Ourense, nos contaba cómo es su día. Se levanta a las 11 de la mañana y antes de comer ya se toma su chupito de licor café. Su hija prepara la comida y normalmente sobre las 13 horas disfrutan de los productos gastronómicos.
Tras un descanso, aunque nunca duerme la siesta, sobre las 16 horas sale de casa hacia la estación del AVE donde cogen un autobús que las traslade al centro de la ciudad para ir al Hogar del Pensionista. Allí juega a las cartas con sus amigas.
Esperanza que “me gusta mucho” y señala que “tengo muchas amigas y nos lo pasamos muy bien”. Si de lunes a sábado por la tarde juega a las cartas, los domingos baila. Esperanza señaló que “bailé mucho en mi vida y siempre me gustó”. Ahora no baila tantos días porque el año pasado rompió la cadera y, aunque se recuperó muy bien, dedica solo un día a bailar.
Tras jugar a las cartas o bailar las tardes de los domingos, sobre las 20 horas vuelve a coger el autobús en la zona de la Subdelegación del Gobierno para regresar a casa. En casa, ya cena normalmente un vaso de leche y escucha la radio y también de noche pone la televisión para irse a cama a descansar sobre las 23 horas. Esperanza afirma que descansa bien.
La importancia de la compañía
La centenaria destacó que mantiene una “comunicación constante con familia y amigos” y esa sociabilidad “le ayudó mucho” a la longevidad. Su hija, Mari Carmen, disfruta cada día con su presencia y aseguró que “mucha gente se acerca a ella en la calle como si fuera una artista”.
Esperanza tampoco tiene miedo a largos viajes y hace pocas semanas se fue en AVE a Alicante, una distancia de cinco horas, para ver a su hija que vive allí. A la centenaria le gusta cuidarse y así tiene vestidos de todos los colores “hasta tres armarios llenos de ropa” y siempre va bien peinada y con los labios pintados.

Pablo Vivanco, de Ourensividad, con Esperanza Cortiñas
Esperanza es un icono de la longevidad que a sus 108 años cree que “ser alegre y tener ganas de vivir” le permite disfrutar día a día, mes a mes, y año a año de una existencia vital.