El viejo reloj de la Iglesia de Burela (Lugo), con achaques pero dando las horas 50 años después de la donación de Jesús y Felisa
Fue un regalo de una importante familia de emprendedores que murió sin dejar descendencia

Declaraciones de Bríxida Pino, presidenta de la Asociación de Vecinos O Vencello
Ribadeo - Publicado el
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Cuantas veces caminamos por la calle sin pararnos a pensar en la historia que hay detrás de los edificios, los monumentos u otros elementos de la vía. Pues hoy conocemos la del reloj de la torre de la Iglesia de Burela (Lugo).
Nos remontamos al año 1975, concretamente al sábado 28 de junio. Fue entonces cuando un matrimonio Jesús y Felisa, donaron un reloj para la Iglesia de Santa María. A partir de entonces ese reloj marcaría las horas de la vida de los vecinos. "Durante mucho tiempo ese reloj fue cuidado y atendido, ahora tiene un pequeño desfase pero sigue estando ahí", cuenta Bríxida Pino, presidenta de la Asociación de Vecinos O Vencello.

Iglesia de Santa María
Y no ha dejado de tocar desde entonces y ahora, que se cumplen 50 años, no queda descendencia para recordarlo, pero sí se acuerdan de ellos desde la Asociación de Vecinos O Vencello. Por ello dedican la misa de siete de este sábado a su recuerdo
Explica Bríxida Pino que "era triste que la gente no supiera que ese reloj fue donado por el señor Jesús y la señora Felisa, entonces este sábado la misa de siete se oficiará por ellos, aparte de las otras personas. Hacer mención a este hecho y agradecérselo cincuenta años después".
IMPORTANTES EMPRENDEDORES
Jesús y Felisa fueron un matrimonio muy emprendedor. De hecho fundaron en el pueblo un negocio muy próspero, la primera ferretería del pueblo, además de otros negocios. Pero la estirpe familiar se apagó pues el hijo que tuvieron murió de tuberculosis siendo muy joven.
Recuerda Pino que "no tienen descendencia directa porque les murió un hijo a los 24 años, de tuberculosis, eso que había... bueno en el año 1941".
Sin embargo su donación, el reloj, queda ahí presente como recuerdo de su contribución a la sociedad. Con sus achaques, claro, porque todos los cincuentones los tenemos, un pequeño desfase. Pero sigue marcando las horas con firmeza y determinación, para todos los bureleses.