El comité de empresa de Alcoa San Cibrao ha confirmado en un escueto comunicado que la convocatoria de huelga indefinida en el complejo industrial mariñano, que iba a comenzar este miércoles a partir de las 14:00 horas, queda de momento aplazada.

La representación de los trabajadores ha informado de que ha recibido un "correo de Alcoa confirmando que el Gobierno le ha respondido a la última propuesta realizada" para avanzar en el proceso de venta de la fábrica de aluminio primario.

Además, la multinacional se ha comprometido "a convocar una reunión para este viernes, 14 de mayo, en la que compartirá con el comité el resultado del análisis de dicha respuesta".

"A la espera de poder seguir avanzando en las negociaciones para la venta de Alcoa a la Sepi y poder valorar desde el comité el contenido de la carta, se aplaza la reactivación de la huelga hasta que los trabajadores puedan tomar una decisión sobre la misma", concluye el comité.

El Gobierno pide "compromiso" a Alcoa

El delegado del Gobierno en Galicia, José Miñones, ha dicho este miércoles en relación con la situación de Alcoa San Cibrao y el proceso de venta de la planta de aluminio primario que "es la empresa la que tiene que comprometerse" para llevar adelante esta operación, con la colaboración del ejecutivo.

A su juicio, después de la postura manifestada por la propia ministra de Industria, Reyes Maroto, la empresa debe demostrar ahora "voluntad" de llevar a término el proceso de venta y "compromiso" para cerrar un acuerdo con el posible comprador.

"Lo dijimos en muchas ocasiones. Es a la empresa a la que hay que poner en el foco", ha precisado Miñones, porque es Alcoa la que "tiene que cambiar" el sentido de lo que "hizo hasta ahora" y "comprometerse" con la búsqueda de una solución.

En cualquier caso, aclaró que el Gobierno "va a seguir colaborando y mediando" para facilitar la operación, porque ese fue "el papel" que asumió a través de la Sepi, "triangular las negociaciones" para facilitar el traspaso de la fábrica si se alcanzaba un acuerdo de venta.

En este sentido, ha afirmado que el "objetivo" del Gobierno y de los trabajadores es común, porque ambos persiguen "una venta productiva" y que se garanticen la actividad y los puestos de trabajo.