Decenas de personas cortaron el tráfico hace solo unos días en la carretera Nacional 540, a la altura del municipio de Chantada. Fue una protesta encabezada por políticos del Partido Popular, pero en la que también había muchos usuarios de esa vía. Los problemas con el pavimento de la principal conexión por carretera entre Lugo y Ourense, las dos grandes ciudades del interior de Galicia, vienen de viejo.

Realmente llueve sobre mojado. Basta con hacer una simple consulta al buscador de buscadores para que la pantalla de nuestro ordenador nos arroje cientos de resultados de noticias de quejas sobre el mal estado de esta carretera nacional. En algunos casos son protestas por las molestias que ocasiona el desplazamiento por una vía llena de baches y socavones, pero también por la falta de seguridad. Por lo peligroso que es el desplazamiento por un trazado en tan mal estado.

También hay decenas de denuncias por el hecho de que ese "camino de cabras" entre dos de las capitales gallegas, a falta de una autovía en condiciones, fuese la causa de múltiples averías en coches particulares y vehículos pesados, especialmente reventones de ruedas o desperfectos en las suspensiones de los vehículos.

Una actuación de 11 millones de euros

Pues bien, el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible ha formalizado el contrato de obras para la rehabilitación del firme en la carretera N-540, entre Lugo y Vilamarín, en el límite provincial con Ourense, a lo largo de cerca de 69 kilómetros, en concreto entre los puntos kilométricos 0 y 68,9, en territorio lucense.

El importe de adjudicación asciende a 11 millones de euros y, según ha informado el propio Ministerio en un comunicado, próximamente el anuncio correspondiente será publicado en el Boletín oficial del Estado (BOE).

El contrato incluye la rehabilitación estructural y superficial del firme, así como aquellas "actividades complementarias que sean necesarias para mantener los niveles de servicio de esta carretera", que ya ha sido objeto de varias reparaciones desde 1996 -sobre todo superficiales-, y mejorar la seguridad vial en dicho tramo.

Una obra completa

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La rehabilitación consistirá principalmente en la renovación completa del firme, para lo que será necesario un fresado de parte del existente e incluso, en las zonas más deterioradas, una demolición completa, seguida de una excavación de un metro de profundidad para, finalmente, reponer las capas de pavimento.

Asimismo, se procederá a la regularización de los arcenes, especialmente para garantizar la seguridad de los ciclistas y motoristas. Realizados esos trabajos, se procederá al repintado de las marcas viales y a la recolocación de los elementos de balizamiento.

Esta actuación se incluye dentro del programa de conservación y mantenimiento de la Red de Carreteras del Estado, en la que el Ministerio ha invertido más de 120 millones de euros desde junio de 2018 en la provincia de Lugo.