La Asociación Castaño y Nogal, que desde hace 11 años ha desarrollado un ambicioso proyecto ambiental en la comarca de Os Ancares, ha decidido poner fin a su labor debido a la “falta de colaboración en el mantenimiento” por parte de la Xunta de Galicia y de la Diputación de Lugo.
Su responsable, Antonio Álvarez, ha afeado a ambas instituciones que no hayan apoyado el “trabajo de prevención contra los incendios forestales” y “en favor de la concienciación y la sensibilización pro ambiental” efectuado en la Ruta Quintá-Río Donsal por casi un centenar de voluntarios llegados de diferentes lugares del mundo.
Desde la asociación han valorado, no obstante, la colaboración de la Universidade de Santiago de Compostela (USC) y del Concello de Becerreá, que sí ayudaron “de forma sostenida” al desarrollo de estas actividades medioambientales.