Un hombre que viajaba como acompañante de otro en el asiento delantero de su vehículo, se puso de repente al volante del coche e intentó darse a la fuga mientras el conductor era sometido a una prueba de alcoholemia por parte de la Policía Local de Lugo, lo que dio lugar a una escena casi de película, porque un agente tuvo que subirse en marcha al vehículo para que detuviese su marcha.

Los hechos sucedieron en la madrugada de este domingo 28 de abril en un control de seguridad desplegado por agentes del Grupo Operativo Nocturno de la Policía Local de Lugo en la Rúa Dinán, en pleno centro de la ciudad.

El conductor presentaba síntomas de haber bebido, por lo que fue sometido a una prueba de alcoholemia en la que dio una tasa de 0,39 miligramos de alcohol por litro de aire espirado.

Precisamente, cuando los agentes le estaban comunicando la sanción correspondiente, una multa de 500 euros y la retirada de cuatro puntos, el hombre que viajaba como copiloto se puso al volante, encendió el coche e inició la marcha.

Un agente le abrió la puerta en marcha

No fue demasiado lejos. Fue interceptado por los agentes que estaban participando en el control, cuando ya se había incorporado al carril de circulación. Uno de los policías consiguió abrir la puerta del vehículo, con el coche en marcha, y agarró al conductor para que parase.

Al ser identificado, los agentes comprobaron que carecía de permiso de conducir. También presentaba síntomas evidentes de haber bebido, pero se negó a ser sometido a la correspondiente prueba de alcoholemia.

Fue imputado como investigado por tres dleitos contra la seguridad vial. Las diligencias han quedado en manos del Juzgado de Guardia y el vehículo inmovilizado.