Un hombre que salió de un local de ocio nocturno de la ciudad de Lugo la pasada madrugada -sobre las 05:00 horas, con evidentes síntomas de embriaguez fue visto por los agentes de una patrulla de la Policía Local cuando se subía a su coche y lo arrancaba, por lo que le ordenaron que no lo moviese, dado que no estaba en condiciones para conducir y podía suponer un peligro para él y para los demás usuarios de las vía.

Aunque les dijo que no tenía pensado moverse de ese lugar, que iba a quedarse en el coche para esperar por unos amigos, cuando los agentes se fueron, arrancó el vehículo e inició la marcha. De hecho, poco tiempo después, la patrulla lo vio circulando por otra calle de la ciudad.

De inmediato, le dieron el alto y fue requerido para someterse a una prueba de alcoholemia, algo a lo que se negó rotundamente, a pesar de que fue advertido de las consecuencias penales de su actitud.

COMPORTAMIENTO AGRESIVO

Además, mostró en todo momento un comportamiento muy agresivo e incluso llegó a golpear a uno de los agentes.

Posteriormente, se encerró en el turismo e intentó continuar la marcha, hasta el punto de que puso en riesgo la integridad física de los agentes.

Finalmente, el conductor fue identificado e imputado como investigado por dos delitos contra la seguridad vial. Además, no fue capaz de acreditar que estaba en posesión del permiso de conducir.