Bety Sieira, estilista de disfraces: “Nací en Carnaval, estaba predestinada”

Una enfermera y un militar custodian estos días la entrada de la tienda de disfraces más veterana de Galicia, que está en el Ensanche de Santiago. Ni por asomo quien accede por primera vez puede imaginar el fondo de armario que guarda “Chimpos”. “Si te soy sincera ahora mismo, no sabría decirte ...vamos a hacer inventario en cuanto acabemos todo esto, el último recuento que hicimos eran tres mil y pico” dice Bety Sieira, alma mater del establecimiento que acaba de cumplir 24 años.

Ella presume de que nadie se ha ido de su establecimiento sin encontrar algo que le gustase en todo el tiempo que lleva al frente del oficio que heredó de su madre: “sólo dos personas que pensaron que podían comprar el disfraz, y aquí alquilamos y hacemos disfraces, pero por encargo”.

“TENGO GUARDADOS LOS TRAJES DE CUANDO ERA PEQUEÑA”

Si nos fiamos de las peticiones que están teniendo Bety y su equipo este año, estamos viviendo un Entroido algo vintage este 2025, porque sobre todo han vestido a piratas de todas las edades y a caballeros medievales. Todavía queda hasta el domingo de Piñata para seguir cumpliendo sueños, pero por el momento han alquilado más de 400 trajes. 

El covid puso en pausa casi todo...también las ganas de disfrutar del Carnaval. En 2024 volvía a repuntar por fin la actividad en "Chimpos"  y este año ha sido ya el de la recuperación. "Las cifras son ya de normalidad".

En los percheros que se alinean en la planta baja del establecimiento hay auténticas joyas: “no somos una tienda de disfraces, somos una tienda de recreaciones”, puntualiza Bety. Y tal cual, porque en la escalera está expuesto un traje de la bruja del Norte al que no le falta detalle. “Causó furor en un festival de cosplay al que fuimos en Madrid”. Puestos a elegir, ella se queda sin embargo con creaciones que disfrutó no sólo cosiendo, sino llevándolo puesto:“ hay muchos, pero que recuerde con especial cariño fue el año que fuimos de bombonas de butano...porque llevaba años queriendo ir de eso. ¡Salimos a la calle 52 bombonas de butano y nos lo pasamos pipa!”

Durante muchos años participó en familia en el Carnaval de Santiago, llegaron a crear comparsas desde su establecimiento... Ahora sigue disfrutándolo, pero un poco más desde la barrera, viendo por ejemplo a su nieto heredar trajes que lucieron hace años otros miembros de la familia: “ llevará un traje de príncipe indio que está impecable, pero esos trajes eran horas y horas y horas de bordar”. Entre las joyas de las que nunca se ha querido deshacer, Bety cita un traje de Ana Bolena, “que era mío”, emparejado con otro de Enrique VIII, claro, que lució su hermano. “Ganáramos un montón de premios, en el Círculo Mercantil, en La Salle...”

El secreto para que se conserven bien es guardarlos en el lugar adecuado, que tengan calidad de limpieza, de almacenaje... “hay que darles un poco de movimiento, porque si no las cosas se deterioran”. Algunos percheros lucen etiquetas en las que se indica si la ropa está ya desinfectada, si le falta algún complemento o si está pendiente de enviar a limpiar, algo que se hace cada vez que un traje regresa “a casa”. “No alquilamos zapatos porque eso no se puede mandar a limpiar”, asegura Bety.

Puede que algún día la estilista se decida a escribir un libro de memorias y entonces saldrá a la luz la larga lista de nombres conocidos que aparcaron temporalmente su personalidad para meterse en la de otro, al menos, por fuera. Le pedimos que nos adelante sólo un nombre: “Boris Izaguirre, por ejemplo, que lo vimos en la tele vestido de romano. Era el nuestro porque lo sé, que los hago yo y no hay dos iguales!”

Los últimos rezagados del Martes de Entroido pasan a recoger encargos de cara al desfile de la tarde. Hay quien viene completamente a ciegas y se encomienda al buen hacer de la profesional para estar a la altura como miembro de un jurado. “Todos los años participé vestido de concejal, pero este año me voy a atrever”, dice guiñando el ojo otro de los que un día, quién sabe, saldrá en las memorias de Bety.