El agente Lee Taheo se enamoró del camino de Santiago hace diez años: entonces lo recorrió desde Sarria siendo estudiante, pero siempre tuvo claro que quería volver y su deseo se hizo realidad este verano, pero sin mochila ni bordón, sino ejerciendo la que es su profesión en Corea, policía. Es uno de los dos agentes de esta nacionalidad que se han incorporado por primera vez a las Oficinas de Móviles de Atención al Peregrino (OMAP) que atienden a los caminantes en las principales rutas a Compostela.

Nos lo encontramos en Ribadiso, en el concello coruñés de Arzúa: "estoy orgulloso de poder ayudar a los coreanos si tienen un robo, un abuso... o cualquier otra cosa y ellos se sienten muy acogidos", asegura. Y tal cual, porque mientras charlamos se acerca a la OMAP un grupo de jóvenes de aspecto oriental que rápidamente identifican a su "vecino" e inician la charla. Le pido que nos haga de intérprete: "son un grupo de cinco personas, de la Universidad Católica de Corea", va traduciendo. "Es su primera vez y se le hace muy duro caminar más de 20 kilómetros, pero les gusta mucho porque pueden hablar con gente de otros países y la comida es muy buena". Los jóvenes asisten divertidos a la charla y nos dedican un "buen camino" en coreano, claro.

Antes de la pandemia, Corea era el octavo país de donde procedían más peregrinos: en 2019 llegaron desde allí más de 8.200. El año pasado apenas se alcanzó la mitad de esa cifra, 4.100, pero en lo que llevamos de 2023 la curva va en aumento: han sellado su acreditación según los datos de la Oficina del Peregrino ya más de 3.100 coreanos.

Lee y su compañero que está destinado en Portomarín son las "estrellas" este año del refuerzo internacional, según nos cuenta con un guiño el agente Fernando Quiroga, que lleva tres años ya en la OMAP en Santiago. "Cada año notamos más aceptación por parte de los peregrinos que se acercan a nosotros demandando información" y que "cada vez son más", "estamos muy satisfechos con el trabajo en esta unidad", asegura. Al frente de la demarcación de la Benemérita en Santiago está el Capitán Zobra: "trabajar en el camino es muy gratificante, porque estás dándoles seguridad a los peregrinos, que es gente muy agradecida así que para nosotros..." En el área de Santiago hay 11 patrullas, que con los apoyos que reciben durante los meses de verano suman unos 120 efectivos.

LA GUARDIA CIVIL, REFERENCIA EN MÁS DEL 90% DEL TRAZADO JACOBEO

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Las rutas a Santiago tienen más del 90% de sus 4.700 kilómetros de recorrido en demarcación de la Guardia Civil, así que les corresponde a ellos ser el núcleo de la seguridad en el Camino, y pensando en el pico de visitantes extranjeros, desde hace años el Plan Turismo Seguro incorporó efectivos de la Guarda Nacional Republicana de Portugal, Carabinieri de Italia, de Alemania Policía de Berlín y Renania del Norte, Policía Rodoviaria Federal de Brasil y Gendarmería Nacional Francesa. Enzo es uno de los agentes franceses que este verano se ha incorporado a la unidad: reconoce que por el momento ha tenido menos trabajo que su compañero coreano, pero igualmente, asegura que sus compatriotas se sorprenden y se alegran de encontrar a un agente francés en el Camino: "empiezan hablándome en español, pero al reconocer el uniforme, ya cambian". Confiesa que está aprovechando sus días libres para hacer algún tramo de la peregrinación, que espera poder completar más adelante.

Y para garantizar el acceso a las zonas incluso más complicadas del camino, está el escuadrón de Caballería: "estamos en Santiago, también en Tui y en Verín", explica el Sargento David Jiménez. Desde el Xacobeo de 2010 lleva participando en el refuerzo de verano en Galicia. "Este año, el fuego nos va dando una tregua, afortunadamente", dice, porque en su cometido, además de la vigilancia en el Camino, está también la prevención contra los incendios forestales. "Además de dar información, auxiliamos a la gente o llamamos a los servicios de urgencia y también tenemos controlados pequeños delitos que se puedan cometer", "no recuerdo nada de especial relevancia en todo el tiempo que llevo aquí", asegura.

"EN EL CAMINO NOS SENTIMOS SEGUROS"

Alicia es una peregrina Canaria que aprovechó para sellar su credencial en la Oficina de Atención Móvil esta mañana en Ribadiso. Agradecía la presencia de los agentes en el camino "y no solo porque tenga un hermano Guardia Civil", asegura, "es genial que lo hagan, aunque el camino es súper seguro y está todo muy bien señalizado, pero es una sorpresa encontrarlos". Junto a su pareja, Alicia espera llegar a Santiago la víspera del Apóstol: "fue casualidad, sin pensarlo, nos cuadró así".

Mochila al hombro y también en compañía de su mujer, MIguel se deshace en elogios a todo lo que ha encontrado hasta ahora en el Camino. Empezó en Sarria, a donde se desplazaron desde Cádiz. "La verdad es que hasta el momento muy bien todo, el paisaje, la gente muy amable , la comida espectacular..." Su hija tuvo problemas de salud hace unos años y "ya teníamos previsto hacer el camino desde antes, pero a raíz de esto, hemos querido agradecer un poco todo". También ellos, por casualidad, planificaron su camino sin caer en la cuenta de que llegarán para ver en directo los fuegos del Apóstol.

Nos despedimos con un un “buen camino”, hoy, con los refuerzos, hasta en coreano.

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