El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia confirma una incapacidad permanente absoluta por patología física y trastorno mental grave a un percebeiro

La Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Galicia (TSXG) ha desestimado el recurso de suplicación interpuesto por el Instituto Social de la Marina (ISM) y ha confirmado en su integridad la sentencia que reconocía a un trabajador del mar, un percebeiro, de 58 años, una incapacidad permanente absoluta para toda profesión u oficio.

La resolución establece que el afectado, de profesión patrón de pesca y percebeiro, sufre un cuadro clínico que incluye hallux rigidus intervenido en el pie izquierdo, síndrome doloroso complejo secundario y, de forma especialmente determinante, un trastorno adaptativo ansioso-depresivo en seguimiento por la Unidad de Salud Mental desde diciembre de 2021.

El tribunal destaca que, a pesar del tratamiento psicofarmacológico, el trabajador mantiene la sintomatología, con "empeoramiento y mayores ideas de desesperanza y muerte", llegándose a proponer un ingreso hospitalario en septiembre de 2023 que rechazó.

El episodio más significativo ocurrió el 11 de agosto de 2023, cuando apareció en el mar con ropa y sin recordar por qué se encontraba allí, según consta en los autos.

A estas limitaciones de origen psíquico se suman las físicas: algias, limitación funcional del pie izquierdo, distrofia simpático-refleja y evidencia radiológica de artrosis, con posible necesidad de artrodesis en el futuro.

El fallo considera que la concurrencia de ambas patologías le priva de capacidad residual para someterse a horarios fijos, rendimientos predeterminados y a la dependencia de un tercero en cualquier actividad profesional.

El Instituto Social de la Marina había reconocido inicialmente al trabajador una incapacidad permanente total para su profesión habitual (55% de una base reguladora), pero se opuso al reconocimiento del grado absoluto solicitado por el afectado. El Juzgado de lo Social nº 1 de Ferrol estimó parcialmente la demanda en febrero de 2025, declarando la incapacidad permanente absoluta, decisión que ahora el TSXG ratifica.

La sentencia, por tanto, obliga al ISM a abonar al beneficiario una prestación económica correspondiente al 100% de la base reguladora, si bien desestima el complemento de brecha solicitado. El tribunal ha considerado infundado el recurso del ISM, que alegaba la infracción del artículo 194 de la Ley General de la Seguridad Social, al entender que las dolencias del trabajador justifican sobradamente el grado máximo de incapacidad.

La resolución es firme, aunque cabe recurso de casación para unificación de doctrina.