El experto en bullying, Emilio Tresgallo, advierte desde Ferrol: “El acoso escolar mata y no es un juego de niños”
Da una serie de claves de cómo las familias pueden detectar una situación límite en un menor

Emilio Tresgallo es doctor en Pedagogía y especialista en acoso escolar
Ferrol - Publicado el
2 min lectura
El acoso escolar sigue creciendo en España. Según la Fundación ANAR, los casos de bullying aumentaron un 2,9% en el último año. Nuestro país se sitúa a la cabeza mundial en acoso y ciberacoso entre menores, una realidad que preocupa a familias, docentes y especialistas, sobre todo tras tragedias recientes como el suicidio de una joven de 14 años en Sevilla.
El profesor e investigador ferrolano Emilio Tresgallo, con casi dos décadas de experiencia en el estudio del acoso escolar, advierte que “el acoso escolar mata y no es un juego de niños”.
El pedagogo explica que las señales de alerta suelen estar a la vista, aunque muchas veces se confunden con comportamientos propios de la adolescencia.
Entre los indicios más comunes, Tresgallo cita la negativa a asistir al centro educativo, la bajada del rendimiento académico, los cambios en los hábitos alimentarios o de sueño y la aparición de ansiedad, depresión o terrores nocturnos. “Los padres suelen detectar comportamientos anómalos, aunque no siempre sepan ponerle nombre. Por eso es importante acudir al centro educativo y mantener una comunicación fluida con los orientadores”, señala.
FALTA DE IMPLICACIÓN
El investigador denuncia también la falta de formación del profesorado y la escasa implicación de algunas direcciones escolares. “Los equipos directivos deben asumir que el acoso escolar es un problema grave. No se puede mirar hacia otro lado por miedo a perder matrículas o prestigio”, afirma. Tresgallo considera que los departamentos de orientación deberían aplicar test preventivos cada uno o dos años, y lamenta que “el Ministerio de Educación no esté aportando prácticamente nada nuevo en esta materia”.
CAUSAS DEL INCREMENTO DE BULLYING
Sobre las causas del incremento de los casos, el pedagogo apunta a “una crisis de valores en la sociedad, la agresividad que los niños observan en casa y en la política, la falta de autoridad del profesorado y el deterioro de la educación”. “Vivimos en una sociedad en la que prima el tener frente al ser, y eso también se refleja en las aulas”, advierte.
Tresgallo anima a las familias a buscar ayuda y recuerda que existen recursos como el teléfono de ayuda a niños y adolescentes en riesgo de la Fundación ANAR (900 202 010) o el teléfono contra el suicidio (717 003 717). “Hay que abrir los ojos como sociedad y darnos cuenta de que detrás de cada caso de acoso hay un menor que sufre en silencio”, concluye.