Alfonso Tellado: "El mundo obrero tiene que coincidir en defender las libertades"

Medio siglo más tarde, se echa en falta a un buen puñado de protagonistas que vincularon sus nombres a un período de movilización obrera que encerraba en realidad el afán colectivo por lograr que naciese la democracia.

Entre los que siguen, Alfonso Tellado, ligado en las últimas décadas al sindicato CIG y que estuvo en las protestas de aquel 10 de marzo de 1972. El día en que surgió en Ferrol el trayecto crucial de la resistencia contra el franquismo.

En una charla con Efe, recuerda aquel período como el de la "solidaridad, el compañerismo", conceptos forjados a partir de la brillante escuela de aprendices del astillero de Bazán, que desapareció años después.

"Soy resultado de la escuela; fuimos formados en lo social, en cómo afrontar la vida", expresa el exsindicalista, que ensalza el "carácter extraordinario, lamentablemente irrepetible", de aquel granero de talento. Ahora, resalta, "el mundo está más sofisticado, no hay valores de fondo".

DESPEDIDO

Tellado accedió en 1963 a la planta ahora denominada Navantia Ferrol y "ya había convenio colectivo". Fue despedido en 1967 y aquel acontecimiento derivó en "un clamor de solidaridad", una reacción que llegó a la máxima autoridad local de la Armada, tan poderosa entonces en la ciudad.

Recibió a varios trabajadores e hizo "cierta presión en Madrid", indica, para considerar que la actitud de la plantilla fue "una especie de aprendizaje, nos enseñaban también a pelear por lo propio".

Ni siquiera existían los delegados sindicales y apostilla que las "vidas no se delegan, todo el mundo tiene que poner algo de su parte para defenderse de agresiones".

En esa ruta hacia "formas de vida más democráticas", puntualiza que corresponde "sacar conclusiones" de aquel 10 de marzo en el que la Policía franquista acabó con las vidas de Amador Rey y Daniel Niebla en plena manifestación. "Se luchaba contra una dictadura; los derechos no te los regalan, las leyes hay que pelear para que se cumplan", anota.

MOVIMIENTOS

Para Tellado, este año es propicio para "influir en la gente joven", para que sepan que el "mundo no es como aparece en Internet".

En los años 70 no solo vibraba Bazán, también el rico tejido industrial de Ferrol, en el que convivieron fábricas como Pysbe, Peninsular Maderera o Hispania, la popular Fábrica de Lápices de Ferrol Vello.

Sostiene que el "mundo obrero tenía que tener una sola vez" aunque ya operaban "sindicatos partidarios", una emergente CCOO después legalizada o lo que después fue la CIG.

"Sabíamos llegar a acuerdos, nos enfrentábamos a un mal común sin resaltar las diferencias", asevera el sindicalista.

DÍA CLAVE

Todo cambió aquel 10 de marzo de 1972, el día de la muerte por disparos policiales de Amador y Daniel, "dos trabajadores más, uno con una piedra en la mano porque nos sentimos ametrallados; respondimos a aquella agresión, miles de personas".

Sin embargo, remacha que ya la víspera, el día 9, se vivió otro episodio "cruento; salíamos por una puerta 5.000 personas golpeados salvajemente".

Matiza Tellado que el despliegue de seguridad abocaba a caer "al dique o salías atropelladamente, unos por encima de otros".

Las dos víctimas mortales eran "dos trabajadores ejemplares" que aspiraban a unas libertades que él ve "demasiado vigiladas" medio siglo después.

Si en el 72 "la dictadura dijo que había que poner freno a tanto desmán y en vez de porras había pistolas, quería morir matando", insta en el 2022 a "coincidir en defender las libertades" más allá de las discrepancias políticas y sindicales.