Cada vez son menos familias las que se animan a acoger a niños y niñas saharauis procedentes de los campamentos de Tinduf ubicados en Argelia.

Hubo una época, alrededor de los años 2000, en la que alrededor de 800 niños y niñas llegaban a Galicia, hoy apenas son 200, sobre 30 en nuestras comarcas y apenas cuatro en la ciudad de Ferrol.

La pandemia sanitaria, el individualismo quizás, o las crisis económicas, han impedido unas vacaciones en paz para estos críos, entre los 8 y los 12 años, que durante dos meses escapan de las altas temperaturas, se someten a reconocimientos médicos y aprenden una nueva cultura. Manuel Romero lleva 18 años acogiendo a niños saharauis en San Sadurniño, y asegura que recibe mucho más de lo que su familia les da.

CONFLICTO SIN SOLVENTAR

Las diferentes crisis humanitarias que se están viviendo en varios puntos del planeta y de Europa, han provocado que este conflicto esté cada vez más olvidado. Los campamentos de Tinduf, se encuentran en un desierto de Argelia y allí tuvieron que huir miles de familias saharauis cuando en el año 1975 comenzó el conflicto del Sáhara Occidental. Hoy en día estas familias no han podido regresar a su tierra.

A través de la asociación Solidaridade Galega co Pobo Saharaui, que firma convenios con varios ayuntamientos, estos críos pueden escapar durante dos meses de esta situación. El plazo de inscripción está abierto hasta finales de abril. Asociación y ayuntamientos se encargan de los vuelos y revisiones médicas y las familias se hacen cargo de la manutención.