Os Mallos (A Coruña) vuelve a protestar contra la okupación: “hacen cola para comprar droga"
Protestan contra el trapicheo y la delincuencia que genera la intrusión en una panadería abandonada que hay entre Mariana Pineda y Francisco Catoira

Vecinos de Os Mallos, hartos de la okupación de un narcobajo
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Era una panadería que cerró hace años, por la jubilación de su propietario. Ahora, en vez de colas para comprar el pan, las hay a diario para comprar drogas, según cuentan los vecinos. Los vendedores no son profesionales, claro. Son personas que han violentado el bajo comercial situado entre las calles Francisco Catoira y Mariana Pineda de A Coruña, y lo han convertido en un foco de delincuencia.
MIEDO E INSEGURIDAD
Lo cuenta José Roble, presidente de la plataforma vecinal de Os Mallos: “está habiendo gente casi haciendo cola, como si fuera un supermercado o la propia panadería, consumiendo en la calle, comprando”. Denuncia que la situación trae “peleas” o hurtos constantes. “Roban de todo para intercambiar por droga”, cuenta, desde “un móvil” a “una caja de cigalas que le habían robado a una pescadería”.
El ambiente, con personas “que hacen sus cosas entre los contenedores”, se traduce en “inseguridad” y miedo a pasar por la zona. Roble incide es que es un sitio “de paso” para estudiantes que van al colegio y que “hay gente que baja por ahí para ir a coger el tren” con mucho temor.
PREPARAN UNA CONCENTRACIÓN
Por eso, han tomado ejemplo de los vecinos de Salvador de Madariaga o la Ronda de Nelle y preparan una concentración el viernes día 22 de septiembre. Dos días antes, el miércoles, tendrán una reunión con el Ayuntamiento, a quien han pedido actuación ya desde principios de agosto. Se plantan ahora después de que pasase un mes sin soluciones.
No obstante, sí ha habido un cambio: “han puesto desde el día de ayer una patrulla delante de la puerta del susodicho local, las 24 horas al día”, señala Roble. Una vigilancia que no ven “factible” ya que “no puedes disponer de una patrulla viendo cómo hay recortes de personal” y pocos efectivos
DENUNCIA DEL PROPIETARIO
La solución, a su juicio, es desalojar a los okupas y que el dueño pueda precintar el local y recuperarlo. A diferencia de la situación en la Ronda de Nelle, aquí el propietario del local sí ha presentado denuncia por la intrusión.
El bajo de Mariana Pineda ya estuvo okupado con anterioridad. En la anterior ocasión era una pareja, que no vendía droga en el lugar y la situación no fue a más. Ahora, es diferente y los conflictos son constantes en un barrio que había recuperado cierta tranquilidad, harto no solo de disturbios sino también del estigma de la peligrosidad.