Así se desarrolla la investigación contra el cáncer, paso a paso
Desde la Asociación Contra el Cáncer de A Coruña detallan cómo se desarrollan las investigaciones contra el cáncer. Una de ella, de la UDC, ha conseguido financiación europea para explorar una posible vía de tratamiento del de ovario

Entrevista a Carlos Lamora, de la Asociación Española Contra el Cáncer
Coruña - Publicado el
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El cáncer no es una única enfermedad, sino más de 200 patologías diferentes y complejas. Abordar su investigación requiere un proceso estructurado que, según explica Carlos Lamora, vicepresidente de la Junta Provincial de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC), se puede resumir en tres grandes fases que van desde el conocimiento más elemental de la enfermedad hasta la aplicación directa de los tratamientos en quienes la padecen.
Las fases de la investigación
La primera etapa es la investigación básica, un trabajo puramente de laboratorio centrado en descifrar el origen del cáncer, el crecimiento de las células tumorales y los mecanismos que utilizan para evadir el sistema inmune. Es una fase de microscopio, de conocimiento y vocación, que sienta las bases de todo el desarrollo posterior.
A continuación, la investigación traslacional actúa como un puente entre el laboratorio y el paciente. En esta fase, los avances de la ciencia básica se transforman en soluciones reales. Aquí colaboran investigadores básicos y médicos hospitalarios para desarrollar nuevos fármacos, definir nuevas técnicas de diagnóstico y crear estrategias terapéuticas innovadoras, aportando un valor añadido tangible a los descubrimientos iniciales.

Investigadores en un laboratorio
La tercera y última fase es la investigación clínica, centrada exclusivamente en los pacientes. En esta etapa se llevan a cabo ensayos clínicos de nuevos medicamentos y se estudia la personalización de los tratamientos para adaptarlos a las características específicas del tumor y del sistema inmune de cada enfermo. Es aquí donde toda la cadena de investigación previa da sus frutos y se consiguen soluciones efectivas contra la enfermedad.
Un proceso largo y complejo
El camino de la investigación oncológica se extiende durante muchos años. Es un proceso complejo que debe ser garantista, respetando siempre la seguridad de los pacientes y asegurando que los tratamientos sean eficaces y no tengan efectos secundarios nocivos. Lamora subraya que estos plazos son el resultado de la combinación de "tiempo, constancia y, lógicamente, el apoyo económico necesario".
Avances y nuevas terapias
Gracias a la investigación, los avances en los últimos años han sido espectaculares, especialmente con el desarrollo de la biología molecular. El estudio del ADN y la capacidad de clasificar cada subtipo de tumor a nivel molecular han revolucionado tanto la detección como los tratamientos. El principal logro es la medicina personalizada o de precisión, que utiliza el propio sistema inmune del paciente, potenciado con nuevos fármacos, para combatir los tumores.
Junto a la investigación, los métodos de screening y detección precoz son fundamentales. Descubrir la enfermedad en fases tempranas aumenta drásticamente la supervivencia. Lamora apunta que las mujeres son "muchísimo más disciplinadas" en los cribados de mama, mientras que los hombres son "más perezosos" en los de colon y próstata. Otro avance prometedor es la aplicación de nanopartículas, que transportan medicamentos directamente a las células tumorales para eliminarlas, una técnica que hace 20 años parecía ciencia ficción.
La financiación como motor
La Asociación Española contra el Cáncer es la entidad privada sin ánimo de lucro que más invierte en investigación oncológica en España. Actualmente, dedica una media de 32 millones de euros al año a 250 ayudas, con un compromiso total de casi 150 millones de euros en 750 proyectos nacionales que involucran a más de 2.300 investigadores.

Equipo de atención al paciente de la Asociación Contra el Cáncer de A Coruña
Esta labor se financia fundamentalmente gracias a la "generosidad de la gente", ya que los fondos públicos apenas representan un 5-6 % del total. Donativos en caminatas, cenas benéficas y otros actos solidarios son el verdadero motor. Además, el apoyo de entidades filantrópicas se ha multiplicado por tres entre 2015 y 2020. Desde la Fundación Científica de la AECC, se garantiza que los fondos se destinan a proyectos de excelencia con criterios de "calidad científica, transparencia e independencia".
Esperanza gallega contra el cáncer de ovario
El cáncer de ovario es una enfermedad con más de 30 variantes y que a menudo se diagnostica tarde por sus síntomas difusos, se enfrenta a un nuevo horizonte gracias a la ciencia gallega. Una investigación de la Universidade da Coruña (UDC), liderada por la científica Elena Pazos, ha recibido financiación europea para desarrollar terapias más seguras y selectivas. El proyecto, bautizado como Peptoc, se centra en el uso de péptidos diseñados en laboratorio para combatir las células tumorales que se han vuelto resistentes a la quimioterapia, uno de los mayores desafíos clínicos actuales.

Entrevista a Elena Pazos sobre el proyecto PEPTOC de investigación en el tratamiento del cáncer de Ovario
La investigación nació de una colaboración con el investigador del Centro de Investigaciones Científicas Avanzadas (CICA) Juan Fafián. Este observó que, en células de cáncer de ovario tratadas previamente con quimioterapia, aparecían unas proteínas en niveles elevados que podían servir como diana para nuevos fármacos. A partir de esta pista, el equipo de Pazos diseñó y sintetizó moléculas específicas —péptidos— capaces de reconocer y actuar sobre esa diana, abriendo una puerta a un tratamiento de alta precisión.
El camino, sin embargo, acaba de empezar. Con la financiación europea asegurada para el próximo año y medio, el equipo se prepara para la siguiente fase, que arrancará en febrero. El objetivo es testar estas moléculas en modelos animales (ratones) para evaluar su efectividad in vivo, un entorno mucho más complejo que las líneas celulares de laboratorio. Este paso es crucial para determinar aspectos como la dosis necesaria, los posibles efectos secundarios, cómo se distribuye el fármaco por el organismo o si se degrada con demasiada rapidez.
Este prometedor avance científico también arroja luz sobre la realidad de la investigación en España. Pazos señala que, aunque se logran grandes cosas, la financiación sigue siendo una barrera. "Muchas veces hablamos de financiaciones de millones de euros en otros países, mientras aquí estamos hablando de rangos de 200.000 a 400.000 euros para tres o cuatro años", lamenta la investigadora. Esta limitación de recursos condiciona la capacidad de contratar personal y, en última instancia, reduce las posibilidades de llevar a cabo proyectos de mayor envergadura, lo que hace que cada éxito, como el del proyecto Peptoc, sea aún más meritorio.