Tras las Navidades, los casos de coronavirus en nuestro país así como la incidencia acumulada se vieron gravemente disparados. Una de las autonomías que sufrió especialmente la propagación del virus fue Extremadura.

A mediados de enero, la comunidad que lidera Fernández Vara notificaba datos que encadenaban récord tras récord. La situación se tornó grave ya que la incidencia de esta autonomía llegó a duplicar la tasa de incidencia acumulada nacional. Alcanzó hasta los 1.412 casos por cada 100.000 habitantes. Con estos datos sobre la mesa, el Ejecutivo regional se apresuró a tomar medidas.

Una de ellas fue que la consejería de Educación decidió como medida de precaución retrasar la vuelta a las aulas hasta el lunes 25 de enero para los alumnos de secundaria, formación profesional, bachillerato, adultos y educación especial.

Con el fin de evitar que esos indicadores continuaran a la alza, también se prorrogaron las medidas de limitación de movilidad y de aforos por el nivel de alerta 3 durante 28 días, casi un mes más en el que se mantendrá el toque de queda a las 22:00 horas.

Para reducir aún más la movilidad, además en todas las poblaciones mayores de 5.000 habitantes, se procedió al cierre de la actividad no esencial, comercios y hostelería.

Fernández Vara también indicó en rueda de prensa que en la región se realizan entre 5.000 y 7.000 pruebas diagnósticas de coronavirus con una periodicidad diaria, casi el doble de la media nacional.

Los resultados de estas medidas ya se pueden apreciar, pues actualmente Extremadura es una de las comunidades autónomas con menor incidencia de casos.

DE 1412 CASOS A 87 DE INCIDENCIA ACUMULADA

El ministerio de Sanidad ha notificado 37 contagios en Extremadura en las últimas 24 horas. Un dato que demuestra que se trata de una de las comunidades que más está doblegando la curva en nuestro país.

Con la tendencia a la baja en el número de casos, esta autonomía suprimió hace escasos días los cierres perimetrales vigentes en 22 localidades. El vicepresidente segundo y consejero de Sanidad y Políticas Sociales, José María Vergeles, precisaba que estas medidas "no son desescalada, sino flexibilización".

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En ese sentido, advertía de que "no dude nadie de que a este gobierno no le va temblar el pulso si tiene que adoptar medidas drásticas en algún momento determinado por razones de salud pública".

La celeridad en la imposición de medidas así como la actuación del Ejecutivo de la región se han convertido en factores clave para frenar la propagación del virus.