El Teatro Romano de Mérida no deja de sorprender con sus historias y esta última, puede ser de las más llamativas y es que, hay quien puede considerarse afortunado de vivir en él todos los días. Y si no, que se lo digan a Miguel Perdigón, un hombre de unos 60 años, que vive en el interior del recinto monumental más importante de la capital extremeña.

De Miguel tenemos pocos detalles, más allá de su nombre y apellido, solo sabemos que tiene unos 60 años y es hijo del antiguo guarda o vigilante del Teatro Romano. La caseta en la que residía su familia, cuando su padre llevaba a cabo las labores de vigilancia del monumento, quedó en el interior del recinto monumental de Mérida en la última remodelación de este espacio. Tiene una hermana y un hermano que viven en otro lugar de Mérida y le hacen visitan ocasionalmente.

Ahora, Miguel vive solo en este lugar y los pocos que conocen su historia, dicen que es un hombre muy reservado y solitario. No se deja ver cuando hay gente en el interior del monumento y tampoco suele hablar con nadie. Lo cierto y verdad, es que según ha podido saber la cadena COPE, tiene llaves del recinto que le permiten entrar y salir del mismo y según cuenta el personal de la taquilla del consorcio: “Miguel sale de casa cuando escucha la sirena que anuncia el cierre del monumento. Por las noches, pasea por el recinto como si fuera su finca”

El director del consorcio, Félix Palma, contaba en este medio que se han puesto en contacto con la dirección general de Bellas Artes, como propietarios del recinto, para barajar todas las opciones legales y resolver este anacronismo, pero continúan a la espera de respuesta.