Juan Antequera, de Badajoz, se hace con el segundo premio en 'Mi Rincón Favorito'

Hay instantes en los que la Badajoz no es solo asfalto, piedra y río, sino un lienzo vivo donde la luz escribe sus propios versos. Eso es lo que capturó Juan Antequera con su cámara: un Badajoz bañado en ámbar, con nubes dramáticas y el vuelo silencioso de los vencejos dibujando el crepúsculo. Una imagen que no solo ganó el primer premio en la fase local del certamen de Instagram 'Mi Rincón Favorito', sino que se ha alzado este jueves con el segundo premio de la fase nacional, solo por detrás de Hector Caro, del País Vasco.

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Para Juan, conocido en las redes como el creador del 'universo fotográfico', este reconocimiento es un despertar maravilloso. "Lo que trato de dar con cada fotografía es un poquito de luz", confiesa. No se refiere solo a la técnica, sino a esa luz interior que ilumina el caos y transforma lo ordinario en extraordinario. Su conexión con Badajoz es visceral: "Yo pienso que Badajoz se merece estar ya no solo en el segundo, sino hasta en el primer premio... intento enseñar todos esos enclaves de una manera diferente".

El proceso detrás de la foto ganadora, titulada " Despierta hacia el sol, absorbido por la galaxia, cuando de pronto giren las tuercas del crepúsculo encontraras mundos que cuelgan de los árboles 🧡 ", fue una mezcla de paciencia, poesía y un toque de aventura. Juan recuerda subirse a una torre cerca de la Puerta del Alpéndiz, encontrándose con un cielo "emborronado de nubes" que prometía algo especial. "Fue la tercera o cuarta foto", relata. "Me di cuenta de que allí había algo mágico". No se conforma con capturar una postal; busca inyectar alma bohemia en cada toma, crear un portal a otro universo donde el espectador pueda sentirse y perderse.

Cuando se le pregunta por un superpoder para sus fotos, su respuesta no es sobre saturación o filtros, sino sobre cosmos y conexión. "Sin duda alguna, traer el espacio hacia la Tierra. Atraer el universo... poder combinar esas dos cosas sería hermoso". Es la esencia de su estilo: una búsqueda constante de elevar lo local a dimensiones cósmicas, donde el Puente Real y los vencejos se funden con una aspiración estelar.

 Aves, banda sonora y un corazón bohemio  

Los vencejos, esos acróbatas del atardecer, son un sello en su obra. "Siempre espero al momento exacto", explica. Para él, son el elemento natural y espontáneo que rompe la geometría urbana, el latido de vida en la escena perfecta. Y toda imagen perfecta merece su banda sonora. Juan elige dos extremos que revelan su sensibilidad: la épica grandiosa de 'We Are The Champions' de Queen para celebrar, y la tranquilidad espiritual de 'Imagine' de John Lennon para sumergirse en la contemplación. "Es que yo soy muy bohemio, muy espiritual", admite.

Este artista multidisciplinar, que también cultiva con devoción un pequeño universo de plantas en casa, demuestra que la creación nace de abrazar todas las formas de belleza. Su historia no es solo la de un premio, sino la de un amor profundo traducido en píxeles. Badajoz ya tiene un nuevo embajador visual, uno que no solo muestra sus rincones, sino que nos invita a sentirlos con la misma emoción con la que él dispara su cámara, esperando a que la luz, las nubes y las alas se alineen en un instante de pura poesía. El año que viene, el primer premio nacional espera. Y Juan, con su universo a cuestas, va a por él.