El drama de la estación de autobuses de Badajoz: más de una docena de personas vive en sus instalaciones
Una realidad que crece en silencio mientras trabajadores y viajeros piden soluciones

Estación de autobuses durante la noche
Badajoz - Publicado el
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Algunos lo comparan con el aeropuerto de Barajas —a mucha menor escala— otros ni siquiera conocen el problema, aunque lo cierto es que solo basta con darse una vuelta por las instalaciones de la estación de autobuses de Badajoz para percatarse de que algo está ocurriendo.
Siempre ha sucedido. Alguna persona, con necesidad, se ha refugiado en el lugar ante la falta de recursos, pero desde hace meses la situación ha empeorado. Más de una docena de personas viven en la estación pacense.
Durante el día rondan la zona, cargan sus móviles o se sientan en un parque cercano. Cuando cae la noche se resguardan fuera, cerca de las dársenas, con sacos de dormir. La imagen estremece.

Estación de autobuses durante el día
La mayoría procede de África, concretamente de Gambia y Malí, según han contado ellos mismos a COPE. Son jóvenes, de entre 20 y 30 años, algunos pasaron previamente por Francia antes de llegar hasta aquí. También hay españoles.
“Vivir aquí”
Muchos no dominan el idioma, pero gracias a un compañero —que lleva más tiempo en Badajoz y ha conseguido una habitación en un centro— logran comunicarse con nosotros.
Relatan que, al menos, 18 personas duermen a diario en las instalaciones. Llegaron buscando una alternativa, una vida mejor que la que podían aspirar en sus países de origen, muchos de los cuales se encuentran en guerra. De hecho señalan que prefieren dormir en la calle que volver: “Allí bombas”.

Afueras de la estación de autobuses de Badajoz
Mientras conversamos, una mujer se acerca. Quiere compartir su impresión: “Me gustaría que los ayudaran”. Asegura que nunca había visto algo así en una estación de autobuses, aunque viaja con frecuencia. Es de Don Benito. "He venido hoy al médico y me ha sorprendido mucho lo que he visto”.
Siento mucha tristeza e impotencia por no poder hacer nada"
Estación de autobuses
impresiones
Hablamos también con personas que trabajan en la zona. Todos coinciden: quienes viven allí no causan problemas. De hecho, en muchas ocasiones, de acuerdo a sus relatos, intentan echar una mano con tareas sencillas, como colocar bolsas en papeleras o mantener el entorno más ordenado.
Por eso, quizá, muchos repiten lo mismo: “Necesitan ayuda”. Lo que sienten al ver su situación es, sobre todo, "pena", comparten.

Centros desbordados
Varias organizaciones que trabajan con personas migrantes y sin hogar señalan que no tienen constancia de la situación. O al menos no hasta que COPE se la dio a conocer.
Responsables del Centro Hermano, de Cáritas Diocesana, explican que desde hace algún tiempo las instalaciones están saturadas. Reconocen que ha aumentado significativamente la presencia de personas migrantes en la calle, aunque también subrayan que la problemática afecta cada vez a más personas españolas. “La situación se ha cronificado”.
Con recursos muy limitados, intentan llegar a todos los que llaman a su puerta. Pero, desgraciadamente, no siempre es posible. El centro recibe solicitudes a diario: cada mañana, algunas personas llegan con la esperanza de conseguir una de las 28 plazas disponibles, sin embargo, no siempre ocurre.