Un automóvil de gran cilindrada roza la tragedia en la Guardería Niño Jesús 3 en Badajoz
Una conductora tuvo un accidente con su poderoso BMW, desatando una reacción en cadena que embistió contra un muro del centro. Una viga de hierro oculta resultó ser el milagro de hormigón y acero para que la cosa no fuera a más.

Escucha las declaraciones a COPE del director del centro, Antonio Casillas
Badajoz - Publicado el - Actualizado
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A las 13:00 horas, en la puerta de la Guardería Niño Jesús 3, junto al Colegio Marista Nuestra Señora del Carmen, un BMW se transformó hoy en un ariete inconsciente. La conductora, parece que como consecuencia de en un error fatal, convirtió lo que debería haber sido una sencilla maniobra de aparcamiento en un aparatoso accidente que aún horas después eriza la piel del director del centro, Antonio Casillas, quien relató para COPE Badajoz los minutos de vértigo.
El vehículo de alta gama no encontró obstáculo. Su primera víctima fue un triángulo de hormigón, una defensa urbana arrancada de cuajo. La energía cinética, ya imparable, se trasladó entonces contra otro todoterreno aparcado, al que elevó y empujó como si fuera de juguete. Este segundo vehículo se convirtió en el martillo que golpeó directamente las puertas de la guardería. El estruendo fue tan colosal que los testigos lo comparan con un accidente en la autopista. Desde el interior del bar contiguo, salieron corriendo alertados por el sonido.
Pero lo que ocurrió entonces fue un milagro estructural. Detrás de la fachada aparentemente dañada, aguardaba un secreto de construcción: una viga en forma de H de acero, anclada en un metro cúbico de hormigón. "Esa H te ha salvado la vida", le espetó Casillas a la conductora. La pared exterior, de dos metros de alto y un peso estimado de tres mil kilos, se partió en dos, pero la viga actuó como un columna vertebral invisible que contuvo el derrumbe total. "Si no, el coche hubiera entrado dentro del Colegio y el muro hubiera caído sobre ella", sentencia el director. Al ver los destrozos internos, hasta el policía presente retrocedió ante la evidencia de la fuerza bruta liberada.
la suerte tambien influye
El factor suerte se alió con la robustez del edificio. El impacto se produjo en el momento exacto en que no transitaba ningún niño por la zona. Ni en la entrada de la guardería, ni en el colegio Marista, ni en el bar próximo. La sincronización fue providencial. La propia conductora, protegida por la carrocería de su vehículo de alta gama, bajó "tan tranquila", según Casillas, aparentemente ilesa y sin ser plenamente consciente del cataclismo material que se había desencadenado. Curiosamente el otro vehículo obtuvo otro daño por parte de Policía Local: una multa por estacionar en zona amarilla.
Sin la "H" de acero del muro el coche hubiera entrado dentro del Colegio y 3000 kilos hubieran caído sobre ella
Director
La Guardería Niño Jesús 3 ha podido seguir operando con normalidad gracias a su doble acceso, por Juan Pereda Pila y por Jacobo Rodríguez Pereira. La puerta trasera, la del siniestro, permanecerá cerrada hasta el arreglo total. Mientras, las cicatrices en el muro y el coche reventado son el mudo testimonio de una mañana en la que kilos y kilos de fuerza se estrellaron contra la inocente guardería, y fueron detenidos por un ángel de acero que nadie veía. Afortunadamente la tragedia, una vez más, solo fue una sombra que pasó de largo.