De Sevilla a Valencia para buscar al vecino que nunca olvidó como voluntaria en la dana
Más de un año después de la catástrofe, una joven sevillana vuelve a Catarroja para encontrar al hombre al que ayudó a sacar barro de su garaje

Valencia - Publicado el
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La historia de María José, una joven sevillana de Mairena del Aljarafe, es un reflejo de la ola de solidaridad que despertó la DANA en Valencia. Más de un año después, su vínculo con la tragedia sigue vivo y la ha traído de vuelta. Mientras estudiaba para ser Policía Nacional, vio las imágenes de las inundaciones y sintió que no podía quedarse de brazos cruzados. Para ella, era una oportunidad de demostrar su vocación de servicio: "no tenía ningún sentido que si el día de mañana me quiero dedicar a servir y proteger a la comunidad, me quedase en mi casa ahora que tenía la oportunidad de demostrarlo", explica en Herrera en COPE Valencia.
No tenía ningún sentido que si el día de mañana me quiero dedicar a servir y proteger a la comunidad, me quedase en mi casa"
Voluntaria de la dana
El impacto de la realidad en Catarroja
Su viaje la llevó primero a Vilamarxant y, desde allí, a pie hasta Paiporta y Catarroja. Sin embargo, la realidad superó con creces lo que había visto en televisión. "No tenía nada que ver con las imágenes que habían aparecido en la tele, o sea, en la televisión era muy duro, pero verlo en primera persona y todos los olores, la cara de desesperación de las personas", ha relatado. Nada más llegar, una familia le pidió ayuda para sacar el barro de debajo de su coche, una muestra de la dramática situación que se vivía.

Grupo de voluntarios barre el lodo y el agua sucia de las calles hacia las alcantarillas durante las inundaciones de la dana. Alfafar
Un reencuentro un año después
Durante aquellas jornadas de voluntariado, mientras ayudaba en uno de los muchos garajes anegados, conoció a Marcelino. A pesar del vínculo que se formó, María José regresó a Sevilla sin su número de teléfono. Un año más tarde, sintió la "necesidad de saber cómo se había ido desarrollando toda la historia" y decidió volver a Catarroja sin más pistas que sus propios recuerdos y algunas fotos que había guardado en su móvil.
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Gracias a una "labor de investigación" con sus fotos, logró encontrar la calle y, por casualidad, se reencontró con Marcelino. "Yo creo que los dos nos quedamos un poco en shock", ha confesado María José, quien temía que él no la recordara. Sin embargo, él se acordaba "hasta de la ropa que llevaba". El emotivo reencuentro se prolongó durante horas, en las que comieron juntos, compartieron recuerdos y, finalmente, intercambiaron sus teléfonos para no volver a perder el contacto.
Este viaje no solo ha servido para reencontrarse con Marcelino, sino también para revivir la inmensa solidaridad que se respiró en los peores momentos de la tragedia. María José recuerda con emoción cómo los propios afectados, a pesar de haberlo perdido todo, mostraban una generosidad inmensa. "No tenían nada, lo acababan de perder todo, y aun así nos ofrecían lo mínimo de lo que disponían", destaca la joven, que asegura que ya tiene "casa en Valencia para toda la vida".
Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.




