Recorre quinientos kilómetros de Valencia a Guipúzcoa para encontrar a Iñaki: "Se emocionó, nos invitó a su caserío y nos dio un queso"
Meses después de la catástrofe, Toni se desplazó hasta Guipúzcoa para agradecer en persona la solidaridad de Iñaki

Toni e Iñaki en el momento en el que le dan la placa.
Valencia - Publicado el
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Toni, vecino de Paiporta, recuerda con crudeza el 29 de octubre, jornada marcada por la devastadora riada que arrasó el municipio valenciano. “Ese día me cogió en la zona del polideportivo nada más pasar el barranco, que estaba pasando un poquito más bajo y de repente una ola de agua... En minutos había metros de agua. En cinco minutos se llevaban los coches volteados”, cuenta.
A la dureza inicial de salvar la vida se sumó el impacto de ver durante semanas un pueblo destrozado. Sin embargo, en medio del barro, surgieron gestos de humanidad que no olvidará.
Un gesto que marcó un antes y un después
Toni recuerda cómo conoció a Iñaki, un voluntario vasco de Berástegui que, tras ver las imágenes de la catástrofe en televisión, decidió conducir hasta Valencia para ayudar. “Estaba sentado en mi sofá viendo lo que estaba pasando en Valencia, cogí mi Volkswagen y me he venido. Aquí estoy quitando puertas, sacando barro, enchufes”, le contó el propio Iñaki. La conexión fue inmediata: “Se me saltaron las lágrimas. Tomó la botella de vino, nos abrazamos, reímos, lloramos”, recuerda Toni.

Iñaki y Toni cenando una noche de la DANA.
Sin duda, esa pequeña coincidencia marcó un antes y un después ya no solo durante esos días tan duros para su localidad, sino que se quedó guardado para siempre en el corazón de este valenciano.
Una placa de agradecimiento
Meses después, Toni viajó a Guipúzcoa para reencontrarse con Iñaki y su familia. Llevó consigo una placa en nombre de todo el pueblo de Paiporta, como agradecimiento por la ayuda recibida. “La placa dice: Por la inmensa labor desempeñada en nuestro pueblo, mil gracias por tu ayuda. Gracias, el pueblo de Paiporta”, explica emocionado.
El reencuentro fue muy especial: “Entré y de buenas no me conoció, y a los dos segundos me dijo: ‘eres Toni de Paiporta’. Se emocionó mucho, nos invitó a su caserío y nos dieron un queso. Muy bien, muy bien. Vamos, que una amistad que perdurará en el tiempo”.

Momento en el que Toni le da la sorpresa a Iñaki.
Para Toni, lo vivido con Iñaki demuestra que incluso en las peores circunstancias la solidaridad florece: “ Por estas cosas sabes que hay buena gente y mucha buena gente. De lo malo, entre todo el lodo, todavía crecen flores”.