Los nuevos tratamientos ginecológicos que revolucionan la salud íntima femenina en Valencia

La ginecología vive un momento clave. Así lo afirma la doctora Elena Espinosa, médico especialista en ginecología y obstetricia y directora de la Clínica Espinosa, un centro con más de 40 años de trayectoria que ha iniciado una profunda modernización desde su ubicación en el Hospital Vithas Valencia Consuelo. “Estamos en un momento revolucionario y hablando de muchos tabús que no se hablan habitualmente y es muy importante para la calidad de vida de las mujeres”, señala la doctora, en una conversación donde repasa los avances más innovadores que han llegado a la salud íntima femenina.

Uno de los principales problemas que Espinosa identifica es la sequedad vaginal y las molestias vulvares, muchas veces confundidas con infecciones, además de la incontinencia urinaria y el dolor durante las relaciones sexuales. “Son problemas que no se hablan pero que afectan mucho, sobre todo con la edad o después de partos”, explica.

Para hacer frente a estas molestias, su clínica ha incorporado tratamientos de última generación, como el láser vaginal de CO2. Se trata de un procedimiento no invasivo y prácticamente indoloro que estimula la regeneración del colágeno vaginal y devuelve elasticidad, hidratación y comodidad a la zona íntima. “Muchas mujeres nos dicen que, si lo hubieran sabido antes, no habrían sufrido tanto tiempo”, asegura.

Otro de los tratamientos estrella es el plasma rico en plaquetas (PRP), que se extrae de la propia sangre de la paciente, se procesa en consulta y se inyecta en las zonas afectadas. Este método, combinado con ácido hialurónico, logra una mejora inmediata del confort y una reparación progresiva del tejido. “No solo alivia la sequedad o el dolor posparto, también mejora problemas recurrentes como el picor vulvar o infecciones por desequilibrio del pH”, añade.

En el terreno de la ginecología intervencionista, destaca la radiofrecuencia para tratar miomas uterinos, esos tumores benignos que pueden provocar sangrados abundantes, dolor pélvico, presión sobre vejiga o intestino, e incluso anemia. Con esta técnica, “quemamos el mioma desde dentro, de forma ambulatoria y sin necesidad de cirugía”, describe Espinosa. “Desde el siguiente ciclo menstrual ya se notan mejoras y bloqueamos el crecimiento del mioma”.

El denominador común de todos estos tratamientos es que son ambulatorios, seguros, de rápida recuperación y altamente eficaces. Pero también representan un cambio cultural: “Durante mucho tiempo se ha normalizado que la mujer aguante ciertas molestias. Hoy sabemos que no hay por qué soportarlo y que hay soluciones eficaces y accesibles”, concluye.  

La doctora Elena Espinosa y su equipo no solo tratan síntomas, sino que reivindican el derecho de las mujeres a vivir su salud íntima con bienestar, dignidad y sin tabúes.