Notable presencia de estadounidenses en la ciudad eterna: ¿eran ciertos los rumores?
Nuestra compañera María José Pou ya notó exceso de presencia norteamericana en la ciudad de Roma

Presencia estadounidense en la Plaza de San Pedro
Valencia - Publicado el
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Hace apenas unos días, hablábamos en Mediodía COPE Más Valencia con nuestra compañera María José Pou desde Roma, mientras las quinielas y rumores sobre el nuevo pontífice llenaban el ambiente en la Plaza de San Pedro. En aquella conexión, ya destacaba María José la notable presencia de estadounidenses en la ciudad eterna. Y, en un giro inesperado, esa observación ha cobrado un nuevo significado con la elección del nuevo papa: el cardenal Robert Prevost, nacido en Estados Unidos, quien ha adoptado el nombre de León XIV.
Desde Roma, María José comparte con nosotros la sorpresa que ha supuesto esta elección. "La verdad es que no lo tenía entre mis principales candidatos", confesaba entre risas, tras perder incluso una apuesta simbólica con un arroz con bogavante de por medio. “Era una figura de segunda línea en las quinielas”, nos dice, aunque su nacionalidad y trayectoria parecían anticipar algo más.
La elección ha sacudido el ambiente vaticano. "El entusiasmo fue brutal", relata María José, quien se encontraba en las inmediaciones de la Plaza de San Pedro durante el anuncio. “Cuando se escuchó el nombre de Prevost, hubo una gran ovación, especialmente de los grupos norteamericanos presentes”, cuenta. “Después, al mencionar Perú, se notó que había menos compatriotas de allí, pero el ambiente seguía cargado de emoción”.
El contexto internacional no hacía pensar que un papa estadounidense pudiera ser elegido en este momento, pero, como bien dice María José, “el Espíritu tiene sus caminos”. Roma, mientras tanto, sigue siendo un hervidero de actividad. A pesar de que no habrá actos públicos hasta el domingo, miles de peregrinos, turistas y fieles se acercan a la plaza para tomarse una foto o simplemente empaparse de historia viva.
Además, la coincidencia con el Jubileo amplifica el carácter extraordinario de estos días en Roma. “No hay duda de que el domingo la plaza va a estar a reventar”, asegura María José. Y aunque no podrá quedarse hasta entonces, promete regresar pronto. Porque, como ella misma dice, “a Roma nunca cuesta volver”.