27 años después de la huida de Antonio Anglés, se reactiva el caso de las tres niñas de Alcàsser a las que violó y asesinó. Según publica hoy el diario Las Provincias, la jueza de Alzira que instruye todavía el caso ha emitido una comisión rogatoria internacional para tomar declaración al capitán del 'City of Plymouth', el barco británico en el que huyó el presunto asesino desde el puerto de Lisboa, cuando era perseguido.

La solicitud de auxilio judicial está dirigida a las autoridades de Reino Unido, donde actualmente reside el capitán el barco, que se llama Kenneth Farquharson Stevens. Y es que tras asegurar en una entrevista en La Sexta que un miembro de la tripulación había ayudado a Anglés a escapar, los testimonios de Stevens y del marinero sospechoso parecen clave para esclarecer cómo logró huir el polizón. La policía irlandesa ya tomó declaración al capitán del buque en 1993 para averiguar cómo consiguió escapar Anglés, pero entonces sus manifestaciones no arrojaron luz sobre los grandes interrogantes que aún planean de la fuga, como el posible ahogamiento del huido.

El 24 de marzo de 1993, cuando el mercante llegaba a Dublín con él a bordo, la policía irlandesa subió al camarote donde lo habían encerrado los tripulantes, desde que intentara saltar al mar cerca de Burdeos para escapar en una zodiac y lo recogiera un helicóptero de la Armada francesa devolviéndolo al mercante. Pero el fugitivo ya no estaba a bordo. Alguien tuvo que dejarle salir y haber recolocado la madera. “No pudo escapar de ese camarote sin ayuda”, añadió Stevens en esa entrevista televisiva. Días después, la policía inglesa reunió a toda tripulación en Liverpool. «Nos explicó lo que había hecho ese hombre, y entonces el oficial me dijo que pensaba que un miembro de la tripulación le había ayudado a escapar», señaló el capitán jubilado.

Estas declaraciones de Kenneth Farquharson Stevens han reactivado la investigación. La nueva diligencia de investigación ordenada por la jueza de Alzira retrasará otra vez la fecha de prescripción de los asesinatos de Míriam, Toñi y Desirée, que en la actualdiad está fijada en diciembre de 2029. Después de esta fecha, Anglés ya no podría ser detenido por los asesinatos en el supuesto de que estuviera vivo y fuera localizado, aunque la nueva línea de investigación abierta con la comisión rogatoria internacional podría retrasar otros 20 años la extinción de la responsabilidad penal, o sea hasta 2049.

Sobre Anglés pesan los cargos de triple asesinato, triple violación, rapto de menores y tenencia ilícita de armas. El fugitivo cumpliría el próximo mes de julio 54 años en el caso de estar vivo. Los investigadores, sin embargo, creen que murió en su huída en aguas irlandesas. La magistrada de Alzira quiere que Stevens, quien ya está jubilado, aporte su versión en sede judicial y saber si algún marinero ayudó a Anglés a escapar, para lo que ha emitido una comisiones rogatoria a las autoridades británicas.