Hematología: la especialidad invisible que salva vidas cada día
La sangre es mucho más que un líquido vital: en ella están las claves para tratar cánceres, anemias, trombosis o hemofilias

Santiago Bonanad y María José Terol
Valencia - Publicado el
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La hematología es una de esas ramas de la medicina que todos llevamos en el cuerpo, pero de la que pocos saben realmente qué abarca. Más allá de la leucemia, esta especialidad trata anemias, trastornos de la coagulación, trombosis, mielomas o linfomas. Y es, además, una pieza clave en los trasplantes de médula ósea, las transfusiones o la medicina personalizada. Para conocer mejor esta disciplina, el espacio Colegiados Médicos de COPE Más Valencia ha contado con dos expertos de referencia: la doctora María José Terol, hematóloga del Hospital Clínico de Valencia y presidenta de la Asociación Valenciana de Hematología y Hemoterapia, y el doctor Santiago Bonanad, hematólogo del Hospital La Fe y secretario de la misma entidad.
“La hematología estudia, diagnostica y trata enfermedades de la sangre y sus componentes: glóbulos rojos, blancos y plaquetas. Pero no solo enfermedades malignas, también muchas benignas”, explicó Terol. Además, destacó que es una especialidad con una intensa labor de apoyo a otras disciplinas, gracias a las pruebas de laboratorio que permiten llegar a diagnósticos clave.
Bonanad complementó esta visión destacando su transversalidad: “La hematología está en todas partes del hospital. Desde el banco de sangre hasta el diagnóstico genético o las unidades de coagulación”. De hecho, una de las fortalezas del hematólogo es que combina una visión de laboratorio con una clínica, lo que permite abordar los casos de forma integral.
Una de las áreas donde la hematología tiene un papel decisivo es en las transfusiones y la donación de sangre. España cuenta con una red de centros de transfusión públicos de las más avanzadas de Europa. “Son estructuras modélicas, bien organizadas, supervisadas por profesionales altamente cualificados”, aseguró Bonanad. Además, resaltó el papel de la sociedad valenciana, “muy solidaria y ejemplar a la hora de responder a las llamadas para donar”.

Borja Rodríguez y los doctores Terol y Bonanad
En cuanto a los trasplantes de médula ósea, Terol señaló que el procedimiento ha evolucionado enormemente: “Ya no trasplantamos tanto médula ósea, sino progenitores hematopoyéticos obtenidos de sangre periférica”. En la Comunitat Valenciana se realizan cerca de 400 trasplantes al año, situándola como la cuarta región en volumen a nivel nacional.
Uno de los avances más relevantes en esta especialidad ha sido la llegada de las terapias dirigidas y la inmunoterapia. Terol explicó que hoy se personalizan los tratamientos en función del perfil genético del tumor. La terapia CAR-T, por ejemplo, utiliza linfocitos modificados del propio paciente para atacar las células cancerígenas. “Con este tipo de inmunoterapia, hemos conseguido curar a pacientes que antes no tenían opciones”, señaló.
Pero más allá del cáncer, la hematología también combate problemas de alta prevalencia como la anemia, las trombosis o las hemofilias. Bonanad subrayó que “las trombosis siguen siendo la principal causa de muerte hospitalaria, y en enfermedades raras como la hemofilia hay una auténtica revolución terapéutica en marcha”. Nuevos fármacos y terapias permiten un mejor control y calidad de vida para los pacientes.
Uno de los elementos que define a esta especialidad es su carácter multidisciplinar. Los hematólogos trabajan estrechamente con patólogos, nefrólogos, cirujanos o radólogos. “El hematólogo está en contacto constante con otras especialidades, no se puede entender su trabajo de otra forma”, afirmó Terol.
Ambos especialistas forman parte de la Asociación Valenciana de Hematología y Hemoterapia, una entidad que cumple casi 25 años promoviendo la formación continuada, la investigación y el intercambio de conocimientos. “Somos una sociedad viva, con reuniones anuales de altísimo nivel y abierta a todo el colectivo”, destacó Bonanad.
Sobre la medicina personalizada, Terol se mostró contundente: “Ya es una realidad. Hay enfermedades donde hemos dejado atrás la quimioterapia para apostar por tratamientos más efectivos y mejor tolerados”. Y la investigación juega un papel crucial. Bonanad recordó que “los avances que vemos en la práctica clínica no serían posibles sin una fuerte investigación detrás, y en eso España está ya a un nivel muy alto”.
Mirando al futuro, señalan tres grandes retos: el uso de la inteligencia artificial para diagnosticar y planificar tratamientos, el envejecimiento de la población y la sostenibilidad del sistema. “Hay tratamientos como la terapia génica que pueden costar más de un millón de euros. Es un debate urgente”, alertó Bonanad.
Para los jóvenes médicos que se plantean elegir hematología como especialidad, ambos coincidieron en que es una decisión acertada. “Es una especialidad bonita, dinámica, con muchas salidas y una gran demanda futura por el relevo generacional que se avecina”, concluyó Terol.
Una especialidad en silencio, pero imprescindible. Un laboratorio de esperanza que, entre tubos de ensayo y pacientes, sigue salvando vidas cada día.