La estafa del “buen empleado”: así engañan a trabajadores para que transfieran dinero creyendo que lo pide su jefe
La Policía Nacional alerta sobre una nueva modalidad de fraude telefónico en la que los delincuentes suplantan a directivos de empresas

Atención a estos consejos que ofrece la Policía Nacional
Valencia - Publicado el
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La Policía Nacional ha alertado de una estafa que se está extendiendo en empresas de toda España y que juega con la responsabilidad y buena voluntad de los trabajadores. Se trata de la llamada “estafa del buen empleado”, un fraude telefónico en el que el estafador se hace pasar por un alto cargo de la empresa —generalmente el director general— para solicitar, con carácter urgente, una transferencia económica. La trampa: quien está al otro lado del teléfono no es el jefe, sino un delincuente, y el trabajador, la víctima perfecta.
“Hola, soy Javier, el director general. Tenemos una deuda pendiente urgente que tienes que pagar. Confío en ti, haz la transferencia ahora o nos van a poner una multa”. Así empieza una de las conversaciones habituales que denuncian desde las comisarías. Quien recibe la llamada, generalmente alguien del departamento de administración o contabilidad, se ve sometido a una fuerte presión emocional: se apela a su compromiso con la empresa, se le asegura que todo depende de él y se le pide máxima discreción.
Los agentes subrayan que este tipo de fraude se caracteriza por tres elementos clave: exigen confidencialidad, plantean una situación de urgencia desmedida y no permiten al trabajador cortar la llamada para contrastar la información. Precisamente, este último punto es fundamental, ya que evita que la víctima verifique si la petición es real.
¿Cómo se puede detectar que es un fraude? Desde la Policía lo tienen claro: si alguien te llama diciendo ser un directivo y te pide una transferencia urgente, “ponte en contacto con tu superior por otro medio —como un mensaje de texto, correo electrónico o llamada desde otro número— para confirmar la solicitud”. En estos casos, actuar con rapidez puede ser un error. “Actuar rápido no siempre es actuar bien. Consulta antes, verifica y, si dudas, llama a la policía”, recomiendan.
El objetivo de los estafadores es aprovechar el momento de confusión, aislar a la víctima e impedir cualquier tipo de comprobación. De ahí que pidan que no se comente con nadie y que se ejecute la transferencia de inmediato. En algunos casos, incluso utilizan programas de modificación de voz o información interna de la empresa para que el engaño resulte más creíble.
Este tipo de fraude no solo pone en peligro los recursos económicos de las empresas, sino que también genera un fuerte estrés y sentimiento de culpa en los trabajadores afectados. Por eso, la prevención y la formación dentro de las organizaciones es esencial. Establecer protocolos de verificación para transferencias importantes y fomentar la cultura de la comunicación interna puede marcar la diferencia entre evitar o sufrir esta estafa.
La Policía Nacional recuerda que, ante cualquier duda, lo más importante es detenerse, contrastar la información y, si es necesario, poner el caso en conocimiento de las autoridades. La confianza en el entorno laboral no debe ser utilizada como un arma por los estafadores.