"La caza ya no es una afición, es una obligación que nos cuesta dinero": los cazadores valencianos recibirán ayudas directas por controlar la plaga de jabalíes
La Diputación de Valencia destinará fondos para aliviar los gastos que asumen los cazadores, obligados por ley a controlar la sobrepoblación de jabalíes en más de 400 municipios de la Comunitat Valenciana

"Las ayudas anunciadas cubrirán material básico como gorras, chalecos, balizas y señalización"
Valencia - Publicado el - Actualizado
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La imagen del cazador como aficionado que disfruta del monte ha cambiado radicalmente en la Comunitat Valenciana. “La caza en muchas zonas ha dejado de ser una actividad voluntaria para convertirse en una obligación”, advierte Lorena Martínez, presidenta de la Federación de Caza de la Comunitat, en Herrera en COPE Comunidad Valenciana. En más de 400 municipios valencianos, la sobreabundancia de jabalíes ha llevado a las autoridades a imponer a los cazadores federados la responsabilidad de controlar estas poblaciones. Y hasta ahora, sin ninguna compensación económica.
Todo cambió con el anuncio del presidente de la Diputación de Valencia, Vicente Mompó, quien confirmó desde Madrid que por primera vez se concederán ayudas directas a los cazadores. El objetivo: cubrir parte de los gastos derivados de las batidas y ganchos, necesarios para reducir esta auténtica “plaga”, como ya la califica la propia Diputación.

Una familia de jabalíes
"Llevamos años asumiendo de nuestro bolsillo todo: desde la munición hasta el pienso para los perros, pasando por el material de seguridad o las analíticas de triquina", explica Lorena Martínez. Los cazadores deben cumplir con unos planes técnicos cinegéticos que, en las zonas declaradas en sobreabundancia, “nos obligan a salir y abatir un número determinado de jabalíes dependiendo de la superficie del coto”. No hacerlo, puede tener consecuencias legales e incluso económicas si los animales causan daños.
Las ayudas anunciadas cubrirán material básico como gorras, chalecos, balizas y señalización, además del coste de contratar realas, esos grupos de perros dirigidos por un realero que mueven a los animales. También se contemplan gastos veterinarios y parte del precio de la munición, uno de los componentes que más ha encarecido la actividad.
Aunque no cubrirán todos los costes —que en la Comunitat se estiman en hasta cuatro millones de euros—, para la presidenta de la Federación es un paso decisivo: “Por fin se reconoce que lo que hacemos no es solo por afición, sino un servicio social que beneficia a agricultores, conductores y a la sociedad en general”.
Y es que el impacto de los jabalíes se multiplica: “Los agricultores ya han sufrido heridas por culpa de las garrapatas que estos animales portan, hay accidentes de tráfico y también peligro de enfermedades”. En zonas rurales, incluso, hay quienes “reparten sus vacaciones para poder salir a cazar, porque los cotos tienen mucha superficie y pocos socios”.
Esta ayuda, que gestionará la Federación de Caza junto a los clubes, es la primera de su tipo en la Comunitat Valenciana. Aunque Alicante y Castellón también colaboran en otros ámbitos, como mantenimiento de cotos o formación, “la Diputación de Valencia ha sido la que más ha apostado por ayudarnos con este problema”, reconoce Martínez.
Además, se están desarrollando proyectos paralelos como la comercialización de carne de caza o el impulso de infraestructuras y formación para cazadores, que podrían abrir nuevas vías de futuro para este colectivo. De momento, esta ayuda llega como un balón de oxígeno para quienes, cada fin de semana, “se dejan el tiempo y el dinero en una labor que beneficia a todos”.