De salida, Xavi Albert apostó nuevamente por una estructura que combinara talento (Jones y Davies) y fiabilidad (López-Arostegui, Ojeleye y Pradilla). Y lo hizo bien el equipo, 0-9, con un ataque equilibrado, haciendo daño dentro, atrayendo y metiendo un triple de Semi. Sentido común. La primera canasta local tardó casi cuatro minutos en llegar. Una pérdida trajo un mate de Felicio, pero Semi respondió de nuevo desde el arco. Cuando se le fabrican situaciones, con tiempo para armar, es un tirador muy fiable. 4-14, minuto cinco. El tercer triple, de Pradilla este, cerró unos minutos de desgobierno, con demasiadas segundas opciones (5 rebotes ofensivos) para los granadinos, que, más por errores valencianos, fueron ganando autoestima. 16-23, minuto 10.

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El Valencia Basket había entrado en su típico túnel. Sin colectividad ni atención en ataque y con desconexiones defensivas que Granada exprimía en el rebote ofensivo. Cheatham y Wiley robaban carteras en la zona y hacían caja. Los de Albert seguían perdiendo orden y rigor (13 pérdidas), y de haber estado once arriba en el marcador a irse al vestuario ocho bajo, 39-31, con tan solo ocho puntos anotados.

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Las aguas ya estaban revueltas y peligrosas, porque siempre es mayor la necesidad del superviviente que del que no ha cumplido las expectativas. Y los valencianos habían desaprovechado su buen inicio y sus buenos momentos, habían epcado de conformismo cuando se vieron fácil con una buena renta. Granada, guiado por Costa y sostenido por Cheatham, había conseguido ser más físico y dinámico, llevar a sus huéspedes a más batallas individuales que colectivas. 25-30 fue este parcial. Muchos puntos. A ráfagas. 64-61, minuto 30.

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El tercer peor equipo en rebote de la ACB ponía en aprietos a los valencianos. Y las pérdidas se habían frenado, pero ya pesaban en la mochila del partido. Un error por adornarse en un mate de Davies pudo pesar más, pero al final se enmendó con alguna decisión arbitral cuestionable y un triple de Claver. 71-76, minuto 35. Venían curvas, para variar. Granada apretó, provocó malos tiros y otra pérdida, pero ahí aparecieron Davies y Jones. Con ellos, 18 puntos por cabeza, y Ojeleye, 17 y 8 rebotes, es muy complicado no ganar. Un triunfo más en ACB para Albert, que mantiene al equipo a una victoria de UCAM, cuarto.