Paco Borao: "Cuando empezamos el Maratón no nos imaginábamos que se hablaría de Valencia al mismo nivel que Londres o Nueva York"

El 1 de julio se cumplirá el 60 aniversario de COPE Valencia. El deporte ha sido y es parte vital de los valencianos, de nuestras vidas, y la radio un compañero que no ha dejado de contar las hazañas, las vivencias, los triunfos, las decepciones, en definitiva, las emociones que siempre van asociadas al deporte. Desde hoy, iniciamos una excursión por los capítulos deportivos de las últimas seis décadas que han tenido altavoz a través del transistor. 

El primer capítulo es la Maratón, que Valencia celebró por primera vez en 1981 y que ahora es una referencia internacional, una de las mejores del planeta. En 1979 se fundó la Sociedad Deportiva Correcaminos, y dos años después, un 29 de marzo del citadio 1981, el mismo día que el de Londres, esta ciudad acogió el suyo. Paco Borao es presidente de la SD Correcaminos. 

¿Qué le viene a la cabeza si echa la vista atrás?

Me viene a la cabeza ilusión. Cuando iniciamos en Valencia, con Toni Lastra a la cabeza, había, sobre todo y por encima de todo, ilusión.

Ni el COVID ni la DANA han podido con el Maratón de Valencia 

Correcto. De hecho, hay que agradecerle también a nuestro último gran patrocinador, como es la Fundación Trinidad y Alfonso, y a su presidente, Juan Roig, el que precisamente el año de la COVID consiguiésemos tener una idea que de alguna manera reconocía y se ajustaba a las reglas en aquel entonces en vigor y al mismo tiempo conseguir que la edición 2020 del Maratón se hiciese con aquella famosa Elite Edition donde corrieron. Juntamos Maratón y medio Maratón y se hizo una prueba en la cual llegaron aproximadamente 220-230 corredores, que hizo que además la gente se portó maravillosamente bien, no saliendo a la calle y viendo las pruebas en la televisión, en sus casas. Fue no solamente un éxito deportivo, sino un éxito popular.

El año pasado fue increíble con el himno antes de la salida y el minuto de silencio por la DANA

Cada una de las oleadas era como un himno a la solidaridad

¿Se imaginaban que se hablaría de Nueva York, de Londres y de Valencia, entre las grandes pruebas maratonianas del mundo?

No. Imaginarnos hasta hace ya bastantes años no. Al inicio era un proyecto de solidaridad, era un proyecto de ilusión, de ser una prueba más deportiva, que ilusionase, que fuese popular, con lo cual parecía que fuese una fiesta más a la cual esta Valencia nuestra está acostumbrada. Sí que éramos conscientes de que en la orografía de Valencia se podían hacer grandes marcas, pero era una forma de querer crecer sin más. El gran cambio tiene dos facetas.

La primera, yo diría a finales de 2010, cuando a mí me hacen presidente de la IMSS, me recibe la alcaldesa Rita y ve que el ayuntamiento decide ponerse con Correcaminos para realmente hacer una gran prueba. Y en ese momento se abre la Ciudad de las Ciencias al maratón. Entonces, esa primera, habíamos conseguido dos mil máximo de corredores y esa edición ya en 2011, a principios de 2011, ya son cuatro mil, doblamos ya a cuatro mil.

Pero la propia organización del ayuntamiento se pone a trabajar y dice que no, que en febrero no se puede hacer, vamos a cambiarla al cuarto trimestre. Y es ahí donde hay un cambio muy grande. Entonces, todo eso se monta con toda la parafernalia que le da el ayuntamiento, la publicidad, etcétera, y entonces ya conseguimos, ya vamos a cuatro mil.

Y eso hace que a Valencia lo ve por televisión, Valencia desde el puente, igual que Nueva York, etcétera, etcétera. Esa imagen que tiene la Ciudad de las Ciencias, que lo estamos viendo cada año, cómo se proyecta a nivel mundial una imagen de sol, una imagen monumental, con la playa al fondo, o sea, una barbaridad de imágenes. Y entonces se interesa la Fundación Trinidad Alfonso, sabes que Juan Roig es un enamorado del deporte, y a partir de ese momento, la autoridad pública, un gran sponsor, un club con raíces, yo diría, de experiencia como Correcaminos, hacemos el trío que da el resultado que ha dado a lo largo de los años, y que en este momento nos equipara a las mejores carreras del mundo, sin ninguna duda.

¿Cuáles son los retos o dónde está el punto de mejora posible en la que ya es una de las mejores maratones del mundo?

La primera es la participación, es decir, tener una participación grande y mejor cada año. Los 25.000 en el medio, que es el mano pequeño, y los 35.000 en el grande. El mayor problema que puede tener una carrera ya a ese nivel es que haya un tapón que impida a los corredores a un momento determinado, por las razones que sean, correr todos los 42 km. Y eso yo lo he vivido en París, y eso mata una carrera.

Entonces, tenemos que tener también cuidado, porque la gente nos admira, pero muchos se alegrarían de que nos pasara algo. Mucha gente dice, no es posible que una ciudad que no llega ni a un millón de habitantes esté codeándose con las mejores del mundo. Entonces, la participación, y yo creo que hemos llegado ya a ese tope.

Y la segunda es el récord de la prueba. Estamos trabajando todo el año para conseguir un panel, digamos, un plantel de corredores y corredoras, porque hay que buscar el masculino y el femenino, un récord del maratón. Sí que es verdad que hacen falta grandes corredores, hace falta una meteorología ese día aborable, y hace falta que ese día alguien tenga, yo diría, las piernas para poder conseguir lo que es un récord del mundo.

Y un récord del mundo, la gente dice récord del mundo sin pensar que eso es hacer algo que no se ha hecho en la vida. Entonces, no es fácil. Yo, en ese momento, eso es nuestro sueño, las cosas como son.