La maldición de jugar lejos de Mestalla

En el estreno de Ernesto Valverde como entrenador se produjo la última victoria (hasta el momento) del Valencia CF en El Sadar. Hay que remontarse casi nueve años atrás (8 de diciembre de 2012) para dar con los tres puntos de camino a la capital del Turia desde Pamplona. Un solitario gol del hoy levantinista, Roberto Soldado, resolvió aquel choque. No queda nadie en el equipo de aquella formación.

Desde entonces, los ches han regresado por allí cuatro veces y el bagaje es de dos empates y dos derrotas. Éstas se han producido en las dos últimas temporadas y en ambas por el mismo marcador: 3-1. Los dos goleadores valencianistas en esas citas fueron Rodrigo Moreno (que posteriormente fue expulsado) y Kevin Gameiro (el pasado 21 de abril). Así que el Valencia CF no ha logrado puntuar en El Sadar desde enero de 2017, cuando se adelantó por tres veces (con tantos de Munir, Oriol Riera en propia puerta y Martín Montoya) y otras tantas igualó Osasuna.

El Valencia CF sólo se ha impuesto en dos de sus últimos 32 desplazamientos en LaLiga Santander

Y si malo es el dato de las últimas visitas del Valencia CF a Navarra, pésimo es el que tiene que ver con sus desplazamientos en general. El equipo no gana un partido a domicilio desde el 10 de enero cuando Carlos Soler hizo el único tanto del triunfo en Valladolid. Desde entonces se acumulan 11 partidos (cuatro empates y siete derrotas) sin traerse los tres puntos a València.

Pero la estadística es aún más preocupante si se amplía el foco. El Valencia CF sólo se ha impuesto en dos de sus últimos 32 desplazamientos en LaLiga Santander.

Falta por saber si el efecto Bordalás, indiscutible hasta el momento, también alcanza a este tipo de datos. El domingo, la solución.