Al Valencia se le acumula el trabajo. Las renovaciones hacen cola y el club no avanza en los movimientos. Gayà, Soler, Guillamón, esperan para resolver su futuro. Son prioridad puesto que acaban contrato en junio de 2023. Con el campeonato finalizado, la situación se adentra en el último año de contrato y eso siempre pone en clara desventaja al club en la mesa de negociación.

Por si hubiera poco trabajo acumulado y de relevancia para el proyecto deportivo a corto y medio plazo, se une la irrupción de un gran Giorgi Mamardashvili que, a base de paradones, ha puesto su talento en el mercado. La posición de guardameta se cotiza al alza entre los grandes clubes del fútbol mundial. Los grandes porteros tienen ya, una edad avanzada y faltan por llegar, porteros que asuman el relevo. Y ahí emerge la figura de Mamardasvili. El georgiano, con tan solo 21 años, se ha convertido en una sorpresa para todos. Llegó para jugar en el filial. Las casualidades se fueron encadenando para provocar que tuviera su salto al primer equipo en el inicio de la temporada. Su irrupción llamó la atención a todos por su madurez y personalidad bajo palos. Bordalás le dio continuidad ante la baja de Cillessen hasta que lo relegó al banquillo tras un mal partido en el Pizjuán ante el Sevilla. Cuestión de galones. Era conveniente parar la pelota y no precipitar los pasos.

Pero, la mala suerte perseguía a Cillessen y de nuevo daba la oportunidad al meta de Tifilis. Y sus paradas acabaron por reafirmar la apuesta por el joven guardameta. Llegó la semifinal de Copa ante el Athletic y Bordalás apostó por él. Los mejores al campo y Mamardashvili lo estaba siendo. Liga y Copa, nadie ha podido sacar al georgiano de la portería. Sus actuaciones han ido ‘in crescendo’. Paradas que ganan partidos, que dan puntos a su equipo. Con una personalidad arrolladora, determinante en el juego aéreo por su gran envergadura, destaca, además, por sus reflejos felinos. Un porterazo que ha terminado de manera espectacular la temporada. Y su progresión no ha pasado desapercibida para varios clubes y ha puesto en jaque su recién renovado contrato.

En diciembre el club ejecutó la opción de compra que tenía para cerrar su fichaje. Llegó en verano cedido por el Dinamo de Tbilisi. Antes de cerrar el año, el Valencia pagó los 750.000 euros que figuraban en la opción de compra de forma preferente. Le mejoró su salario, aunque sigue teniendo ficha del filial y lo vinculó hasta junio de 2024 con una cláusula de 25 millones de euros.

En este sentido, el Valencia no quiere sorpresas y según ha podido saber Deportes COPE Valencia, ya se ha puesto manos a la obra para ampliar su vinculación contractual y sobre todo, situar su cláusula a la altura de los jugadores más importantes, Soler, Gayà, etc… en el club de los 100 millones de euros.

Hay interés de varios clubes de la Premier revoloteando por el entorno del guardameta. Giorgi, que atravesó un momento de seria duda en el pasado mercado de invierno cuando no jugaba y llegó a plantearse una salida en este próximo mercado de junio, se siente ahora importante, está cómodo en Valencia y no tiene prisa por dar el salto a un grande. Sus agentes y el club están trabajando desde hace ya algunas semanas para cerrar su ampliación de contrato. En principio, serían tres años más, es decir, hasta junio de 2027. Evidentemente, pasará a tener ficha del primer equipo a partir del comienzo de la próxima temporada. La negociación está en marcha y desde las dos partes, se habla en positivo respecto a poder llegar a un acuerdo en breve. El Valencia, sobre todo, es quién más prisa tiene ante el temor de que los clubes con dinero, principalmente Premier, transformen su interés en oferta, es decir, en millones de euros. El asunto está muy avanzado.

La apuesta por Mamardashvili es firme y eso implica directamente a la salida, también decidida por parte del club, de Jasper Cillessen. El neerlandés que acaba contrato en junio de 2024, supone, más allá del rendimiento deportivo, un problema importante en la parcela económica para el club por su alta ficha y lo que falta por amortizar de su millonario traspaso desde el Barça. Aproximadamente son 13 millones de euros lo que se ahorraría el club entre la ficha y amortización. Un montante que supone un gran handicap en el fair play financiero del equipo de Mestalla.

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