Las altas temperaturas, prolongadas en todas las estaciones del año, la falta de lluvias, la comodidad para cultivarlo... Son argumentos que hacen que, cada vez más, el aguacate se haya convertido en una opción a tener en cuenta para muchos agricultores en la provincia. Sin cifras exactas, la tendencia desde 2015 dibuja una línea ascendente: "Hay algunas plantaciones que todavía no son productivas, pero sí hay datos oficiales que hablan de que se están cultivando alrededor de 600 hectáreas en la provincia de Castellón". Lo explica a COPE Alejandro Meliá, secretario general de la Asociación de Productores de Aguacate (ASOPROA) y encargado en Betxí de impartir un curso para agricultores interesados. El aguacate requiere climas cálidos y eso ayuda a cambiarlo por ejemplo por los cítricos: "Nosotros empezamos a cultivarlo en la provincia en 2015 y estamos viendo año a año que es una fruta que ha venido para quedarse, se muestra como una alternativa viable y rentable, al tradicional cultivo de regadío".

Factores que juegan a favor del aguacate

"Requiere de climas cálidos, que se una zona libre de heladas y también una buena calidad de agua que en la provincia afortunadamente tenemos", explica Meliá en COPE. Ese contexto ayuda a que se puedan cambiar por los cítricos "perfectamente". Además, hoy en día, requiera de "poco tratamiento fitosanitario" hasta el punto de que se puede llevar a cabo el cultivo "sin problemas" aunque reconoce que ese escenario puede cambiar en los próximos años, por lo que habría que "estar preparados".

La tierra, clave para el éxito de la cosecha

"En zona autóctona el cultivo se planta sobre unos terrenos arenosos, bien esponjados, por lo tanto, la tarea de mover la tierra y airearla es fundamental para tener éxito, especialmente en los primeros años de plantación", señala Alejandro Meliá.