Viviendas privadas, el gran foco del ruido en Alicante: 204 actuaciones en un mes
La Policía Local endurece el control con multas de hasta 300.000 euros

Fiestas en casa, coches con música a tope y gritos: lo que más molesta a los vecinos de Alicante
Alicante - Publicado el
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El silencio también se defiende. En su primer mes de funcionamiento, el dispositivo especial contra el ruido en Alicante ha dejado cifras contundentes: 457 intervenciones policiales y 53 actas de sanción, 21 de ellas graves. El operativo, en el que participan medio centenar de agentes de la Policía Local, estará activo hasta el 30 de septiembre.
La mayor parte de las actuaciones se han concentrado en horario nocturno: 295 intervenciones de madrugada, la mayoría por denuncias de vecinos contra fiestas y ruidos en viviendas privadas (204 casos). Tras ellas, los focos más problemáticos han sido la vía pública (126 actuaciones), los locales y bares (92) y los vehículos con música a todo volumen (22). Incluso se han registrado 13 casos en fiestas de barrio autorizadas.
El concejal de Seguridad, Julio Calero, asegura que la campaña “está teniendo un efecto directo en la reducción del ruido en el municipio”, y destaca que no se trata de una ciudad especialmente conflictiva, aunque sí hay “puntos calientes” donde la policía ha puesto el foco.
Multas que duelen
El Ayuntamiento recuerda que las sanciones previstas en la ordenanza de Protección contra la Contaminación Acústica pueden llegar a ser muy elevadas:
- Infracciones leves: hasta 600 euros.
- Infracciones graves: entre 601 y 12.000 euros, con posibilidad de suspender licencias.
- Infracciones muy graves: de 12.001 a 300.000 euros, con retirada definitiva de licencias.
Zonas bajo la lupa
El dispositivo se centra en áreas de ocio, plazas, parques y zonas residenciales con historial de denuncias. Los agentes actúan tanto a raíz de llamadas vecinales como en controles planificados, con mediciones sonométricas, inspecciones de locales, vigilancia de terrazas, control de horarios y detección de vehículos con “escape libre” o música a todo volumen.
Las intervenciones incluyen también fiestas privadas fuera del horario permitido, consumo de alcohol en la vía pública, ruidos en playas o arrastres de mobiliario en terrazas. En casos graves, la policía puede incluso desalojar o disolver reuniones.
Objetivo: concienciar y disuadir
Para Calero, la clave no es solo sancionar, sino “concienciar a la ciudadanía y a los establecimientos sobre la importancia de respetar los límites sonoros y garantizar el descanso vecinal”.
Porque en Alicante, la cultura del ocio es bienvenida, pero el silencio nocturno también tiene derecho a hacerse escuchar.