La familia de Oriana, rota de dolor, sigue sin poder enterrarla nueve días después de su asesinato en Alicante

Nueve días han pasado ya del asesinato de Oriana, la joven de 29 años que fue apuñalada por su expareja en la vivienda que todavía compartían en Alicante. El crimen, que tuvo lugar en el barrio de Carolinas Altas, ha dejado una herida abierta en su familia y amigos, quienes aún no han podido cerrar este duro capítulo.

A la espera del último adiós

La familia de la joven, de origen argentino, sigue sin poder despedirla. Se encuentran a la espera de que finalice la autopsia, acabe toda la investigación y se cierre por fin el caso.

El suceso ocurrió antes de salir de su casa en la calle Cánovas del Castillo, cuando Oriana iba a recoger a su hijo a la guardería y su expareja le asestó ocho puñaladas antes de quitarse la vida, ahorcándose en el balcón.

El futuro del pequeño Gaspar

Más allá del funeral, cuyo coste se ha comprometido a asumir el Ayuntamiento de Alicante tras la petición de ayuda de la familia, la mayor preocupación es el futuro del pequeño Gaspar, el hijo de Oriana de tan solo dos años. El niño se encuentra actualmente al cuidado de sus tíos, los hermanos de la víctima, quienes se han hecho cargo de él tras la tragedia.

El entorno de la víctima confía en que las administraciones ofrezcan un apoyo sostenido en el tiempo, más allá de los actos de condena iniciales como los tres minutos de silencio celebrados en la plaza del consistorio. La atención durante las próximas semanas y meses se considera crucial para ayudar a la familia a sobrellevar las consecuencias.