Alicante lanza la alerta: 22.000 toneladas de comida falsa en nuestros supermercados
Europa incauta 91 millones en alimentos falsificados con metanol, pesticidas y alcohol adulterado

Vino, queso y aceite: los productos gourmet que también están siendo pirateados
Alicante - Publicado el
2 min lectura
Lo que llega a nuestra mesa puede no ser lo que parece. En un operativo sin precedentes, las autoridades europeas han decomisado alimentos y bebidas falsificados por valor de 91 millones de euros. Una cifra alarmante que confirma que la piratería no se limita a bolsos o relojes de marca: también está en tu cocina.
Coordinadas por Europol e Interpol, las operaciones se desarrollaron a lo largo de 2024 en 29 países, logrando incautar 22.000 toneladas de alimentos y más de 850.000 litros de bebidas, mayoritariamente alcohólicas. Además, se desarticularon once redes delictivas y se denunció a 278 personas.
La Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO), con sede en Alicante, ha aprovechado la celebración del Día Mundial contra la Falsificación, el pasado 8 de junio, para lanzar la voz de alarma: estas falsificaciones suponen una amenaza directa para la salud de los consumidores y un duro golpe a la economía europea.
Entre los productos intervenidos se han encontrado alimentos con sustancias altamente peligrosas como metanol, mercurio o pesticidas. “Las falsificaciones de alimentos y bebidas son un gravísimo problema para la salud pública”, ha afirmado el director ejecutivo de la EUIPO, João Negrão.
Lejos de los estereotipos, ya no hablamos solo de marcas de lujo. El fraude alimentario afecta cada vez más a productos cotidianos: pasta, galletas, patatas fritas, dulces… y también a joyas de la gastronomía europea como el vino, el aceite de oliva o el queso, especialmente protegidos por las indicaciones geográficas oficiales.
De hecho, Francia, Italia y Alemania lideran tanto el consumo como la producción de productos con indicaciones geográficas protegidas (IGP, DOP, ETG). Y ahí está otro problema: cuanto mayor el valor del producto, más interés despierta en las redes criminales.
El auge del comercio online ha abierto nuevas puertas a los falsificadores, que distribuyen productos fraudulentos en plataformas digitales, manipulando etiquetas, envases e incluso reutilizando botellas originales para engañar al consumidor.
Por ello, la EUIPO ha lanzado una campaña bajo el lema "¿Qué hay en la mesa?", con consejos prácticos para evitar caer en la trampa: comprar siempre en canales oficiales, revisar etiquetas y logotipos de certificación, y prestar atención a posibles defectos o errores en el embalaje.
En una Europa donde la industria alimentaria es clave para el desarrollo regional y el empleo, la lucha contra la falsificación no es solo una cuestión económica: es una cuestión de salud.