Javier Ardila, de Protección Civil Torrelodones: La arizónica es una verdadera mecha para los incendios"
Desde Protección Civil llevan años recomendando que, en la medida de lo posible, se elimine esta especie vegetal de los vallados de jardines

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Madrid - Publicado el - Actualizado
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La presencia de arizónicas parece haber sido determinante en la propagación del fuego que se produjo hace unos días en la zona de Peñascales, en Torrelodones, y que afectó a varias parcelas de chalets. Desde Protección Civil de la localidad llevan años alertando sobre el uso de esta especie vegetal.
La arizónica es una especie pirófila, es decir, que le gusta el fuego. Y eso supone un grave problema cuando se elige para proteger las parcelas que rodean las viviendas. Por eso, desde Protección Civil de Torrelodones llevan años recomendando a los vecinos que, en la medida de lo posible, eliminen esta especie vegetal en los vallados de jardines. Situaciones como el incendio que se produjo hace unos días en Los Peñascales ha vuelto a poner de actualidad esta recomendación. “Tener este tipo de seto genera un riesgo porque la arizónica tiene mucho material muerto en su interior. Aparentemente puedes ver que está todo verde, pero por dentro, como no entra bien la luz, genera esa materia muerta. Y eso es una verdadera mecha, que favorece mucho la propagación de un incendio”, explica Javier Ardila, técnico de Protección Civil en Torrelodones.
La Ley de Arbolado de la Comunidad de Madrid prohíbe la plantación de arizónicas en las proximidades de zonas forestales. Pero, aunque estemos más alejados de ellas, hay que conocer los riesgos. No sólo de un fuego cercano. Las pavesas de los incendios pueden viajar centenares de metros, así que el riesgo siempre existe. “Algunos pueden pensar que su casa está muy lejos de zona forestal o que en su casa nunca va a haber un incendio, que no hay peligro... La propagación de los restos todavía incandescentes puede provocar que su seto se queme y se propague el fuego en su propiedad y en el resto de viviendas”, añade Ardila.
¿La solución? Un vallado metálico o de piedra es lo más seguro. Pero no tenemos por qué renunciar a rodearnos de vegetación. Los expertos nos recuerdan que hay especies, como el boj o el alibustre, que sirven perfectamente para perimetrar un jardín y no suponen un riesgo tan grave en caso de incendio.