Una reducción drástica del censo de jabalíes. Es el resultado de los seis meses de trabajo de la empresa contratada por el Ayuntamiento de Collado Villalba para el control de la presencia de estos animales salvajes en el casco urbano. Los avistamientos se han reducido de forma notable.

La forma más gráfica de resumirlo es que se ha pasado de los 30 avisos a la semana por presencia de jabalíes en el casco urbano que se produjeron en el mes de julio de 2019 a dos únicos avisos que se han recibido durante todo el mes de enero.

La empresa Iberavex censó, al comienzo de sus trabajos, a más de 250 ejemplares de jabalíes en las inmediaciones del casco urbano. Con distintas intervenciones se ha pasado a un censo de tan solo una veintena, localizados en el Coto de las Suertes.

"Las principales vías de acceso de los jabalíes al núcleo urbano se producían, precisamente, por el Coto de las Suertes, también por la zona este del municipio y por el norte en urbanizaciones como Fontenebro. Allá por el mes de junio llegó a haber unos 13 avistamientos al día. A partir del control avanzado de fauna, se ponen en marcha medidas para conocer el censo y estudio de la población de jabalíes mediante fototrampeo, con 15 cámaras, y geolocalización. Se realiza disuasión y capturas de ejemplares especialmente agresivos y reincidentes. Todas estas actuaciones han estado coordinadas con la Policía Local", explica Iván Pizarro, concejal de Medio Ambiente.

Una de las técnicas de control más eficaces que se han aplicado, sin causar ningún daño a los animales, ha sido la disuasión mediante perros pastores adiestrados, que han reconducido a los jabalíes a su hábitat natural. Solo en casos excepcionales de ejemplares muy peligrosos, se han capturado de acuerdo a la normativa y autorizaciones de la Comunidad de Madrid.  

El área de Medio Ambiente ha tenido que llevar a cabo esta campaña para hacer frente a una situación que venían padeciendo desde hace tiempo los vecinos en varias zonas y urbanizaciones de la localidad. Se trata de evitar riesgos a la población, accidentes de tráfico, transmisión de enfermedades a animales de compañía, daños en parques y jardines y mobiliario urbano, entre otros perjuicios.