Más de 130 accidentes de tráfico de media por jabalíes: la Comunidad de Madrid despliega un plan de control
La Comisión de Medio Ambiente declara la emergencia cinegética en 124 municipios, donde estará autorizada la captura todo el año para tratar de "equilibrar" la población de estos animales

Señalización sobre la presencia de jabalíes en una vía de Torrelodones
Collado Villalba - Publicado el
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La Comunidad de Madrid desplegará hasta el año 2030 un plan para el control de las poblaciones de jabalíes con el objetivo de evitar accidentes de tráfico por atropello en las zonas rurales y urbanas, así como otros daños provocados por el exceso de ejemplares.
En los puntos negros del trazado se reforzará la señalización, se mejorarán los cerramientos y se instalarán dispositivos de alerta y disuasión de animales.
Así lo anunciaba este miércoles el consejero de Medio Ambiente, Agricultura e Interior, Carlos Novillo, en la reunión de la Sección de Caza y Pesca Fluvial del Consejo Regional de Medio Ambiente.

Reunión de la Comisión Regional de Medio Ambiente
"Tenemos superpoblación en la Comunidad de Madrid de una especie que ha crecido mucho y está generando muchos problemas. Declaramos la emergencia cinegética en 124 municipios, en los que vamos a permitir la caza y captura de los jabalíes durante todo el año, apoyando a los agricultores y administraciones locales, para intentar equilibrar esa población que está causando alteraciones en el ecosistema, daños en cultivos y zonas ajardinadas de núcleos urbanos y, lo más importante, accidentes de tráfico, más de 130, algunos de gravedad, a lo que tenemos que poner coto", resume Novillo.

Cada vez son más habituales los accidentes de tráfico por presencia de jabalíes
Esta semana el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid (BOCM) publicará una resolución para aplicar medidas excepcionales como la declaración de emergencia cinegética temporal en diez comarcas forestales, en las que se ha registrado un "riesgo elevado de accidentes" con una media de siete al año y en los municipios de Lozoyuela-Navas-Sieteiglesias y Villaviciosa de Odón, donde la cifra desciende a dos incidentes al año de media.
En estos espacios se permitirá la captura en vivo con diferentes tipos de modalidades, autorizando así a las entidades locales a emplear jaulas-trampa, rifle, anestésico y caza con arco en emplazamientos urbanos o de seguridad.
Durante el periodo hábil, se podrá recurrir a las modalidades de batida/gancho, montería, caza en mano, rececho y aguardos (incluyendo la posibilidad de esperas durante los viernes sábados y domingos). Fuera de ese plazo se permite actuar sobre el "hábitat potencial" para el jabalí empleando medios para proteger cultivo y explotaciones ganaderas y prohibiendo o restringiendo la alimentación suplementaria.
Las medidas también incluyen incrementar la presión cinegética, poder elevar hasta un 50 % la cacería colectiva en cotos y terrenos destinados para ello, repetir un enclave en la misma temporada o la posibilidad de emplear visores térmicos.
Las demarcaciones señaladas, sostiene la Comunidad, tendrán "prioridad" en las solicitudes, los ayuntamientos recibirán asesoramiento técnico y se pondrá a disposición de los ciudadanos "información de concienciación" sobre el modo "correcto" de actuar ante la presencia de jabalíes.
En el resto de comarcas se realizará el control de forma habitual con las limitaciones y épocas hábiles establecidas durante la temporada cinegética y se suspenden "todas las repoblaciones", salvo que se produzcan problemas genéticos o sanitarios.
El Gobierno regional explica que, con anterioridad, ya había aplicado medidas, como la esterilización de las hembras, las capturas controladas o la utilización de repelentes odoríficos o pastores eléctricos para evitar que estos animales causaran daños en terrenos agrícolas o en las proximidades de los municipios a los que se acercan a buscar comida.

Destrozos causados por los jabalíes en las zonas ajardinadas de Hoyo de Manzanares
Todas estas actuaciones luchan contra el exceso de ejemplares, que produce desequilibrios en el ecosistema y numerosos daños en agricultura, ganadería, zonas verdes e infraestructuras. Para evitarlos, los expertos de la Consejería de Medio Ambiente han desarrollado un plan de intervención más amplio.